Kunoichi

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Begonias: lealtad en el amor.

Ya habían pasado las vacaciones de invierno, la UA le había permitido a los alumnos pasar el Año Nuevo con sus respectivas familia. Para Izuku había sido reconfortante volver a ver a su madre, a pesar de que la pobre mujer siempre estaba preocupada por él y su seguridad, pero eso poco a poco iba calmándose.

Bueno, o eso pensó hasta que su madre escuchó todas sus vivencias en la UA y casi acabó por inundar su propio departamento junto con el de los vecinos de abajo a causa de sus lágrimas.

-entonces... ¿qué hay de Haruno-san? ¿Como le va en el extranjero?- pregunto su madre una vez que se calmo buscando cambiar el tema- sigo muy agradecida con ella por ayudarte aquella vez en el centro comercial y por todas las veces que te ha curado, siento que le debo demasiado.

-Bueno, he intentado llamarla un par de veces pero su teléfono siempre está apagado o fuera de servicio, intente preguntarle a Recovery Girl pero ella me dijo que Sakura-san estaba en un internado intensivo y qué tal vez por eso no podía atendernos las llamadas- explico Izuku con la cabeza gacha, la UA no era lo mismo sin la presencia vivaz de la pelirrosa, hasta empezaba a extrañar lo regaños que de vez en cuando le daba por sobre exigirse en sus entrenamientos.

Incluso Bakugou tan huraño parecía decaído por la ausencia de Sakura, bueno, de hecho todos lo estaban, en especial la pequeña Eri quien nunca se separaba del listón rojo que solía resaltar en la ya conocida cabellera rosada. Togata-senpai le había dicho que les había costado mucho que la niña mejorara un poco su humor.

-¿internado? Debe estar muy ocupada, pobrecilla niña, cuando regrese invítala y prepararé algo delicioso.

El chico asintió ante la petición de su madre.

Pero no pudo sacar de su mente el hecho de que, tal vez, la pelirrosa no volviera.

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Decir que estaba confundida con la actitud de Shigaraki era poco, claro que estaba agradecida con el por haberle ayudado con Saya, de no ser por él estaba segura que el doctor se habría aprovechado de su estado vulnerable y lavado el cerebro.

-no deberías meterte con ese viejo, mucho menos con sus nomus, no puedo vigilarte todo el tiempo- la regaño secamente aún ayudándola a caminar aunque su don ya había curado por completo las heridas que le habían causado.

-es lindo saber que te preocupas por mi.

Sintió como el cuerpo contrario se tensaba y ambos se detenían en su camino.

-si algo te sucede iría en contra de las intenciones de mi maestro, no te hagas ilusiones.

La pelirrosa hizo un puchero, creyendo muy poco en las palabras de Shigaraki.

-que mal amigo eres, yo prometo protegerte y tú me dices esa cosas tan groseras.

-¿desde cuando somos amigos?

Una pequeña sonrisa se instaló en su rostro, Shigaraki no le había reclamado otra cosa más que el hecho de que lo consideraba un amigo.

¿Qué tan roto estaba?

-no lo sé, uno nunca sabe desde cuando se hace amigo de alguien ¿sabes? Simplemente sucede y cuando menos te lo esperas ya tienes a alguien cuidando de ti, tal y como tú lo acabas de hacer conmigo.

El sucesor de All for One pensó en las palabras dichas por la pelirrosa, no recordaba haber tenido algo como eso, ni siquiera en su infancia cuando jugaba con sus vecinos y fingían ser héroes, lo más que llegaron a hacer por él fue dejarlo ser All might en uno de esos juegos.