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Amapola: consuelo.

No sabía cuánto llevaba dormida, ni mucho menos donde estaba, tampoco podía sentir su fuerza.

Solo se había sentido una vez así y prefería no recordar ese momento particular en su vida.

-está despertando.

Estaba en una sala quirúrgica y atada a una camilla, sintió miedo por primera vez en mucho tiempo.

-prepara los sedantes, puede que los necesitemos.

La rabia la llenó repentinamente, odiaba que la tuvieran ahí de esa manera, odiaba sentir miedo, y sobre todo odiaba sentirse débil. Siempre le desagradado sentirse pequeña y débil ante los demás, no sabía porque pero le traía muy malos recuerdos.

Tenía una cosa clara, quien quiera que fuera el que la había secuestrado se las iba a pagar muy caro.

-que carajo...

-una señorita no debería hablar de esa manera.

Chisaki pudo ver la intensa mirada de la chica, si las miradas mataran estaba seguro que ellos ya estarían tres metros bajo tierra.

Había estado interesado en la chica desde el momento en que empezó a escuchar rumores sobre una médico clandestina conocida como "kunoichi", los dones de curación eran muy extraños hoy en día y muy valorados, y el don de esa chica en particular le llamó mucho la atención, siempre le había interesado mucho la investigación sobre los dones y el origen de estos. Después de todo él sería quien curara todo ese mundo lleno de la "enfermedad de los héroes" e iba a atacar desde la raíz del problema, las singularidades.

Fue imposible interceptar a kunoichi, especialmente porque parecía moverse en un área en específico que estaba muy bien cuidada. Así que tuvo que recurrir a buscar quien era realmente kunoichi, cobró muchos favores y tuvo que torturar a algunas personas, pero finalmente encontró la identidad de kunoichi.

Sakura Haruno.

Una huérfana de 19 años, que también fue muy difícil de encontrar y atrapar, pero afortunadamente la chica tuvo un descuido y se dejó grabar mientras se creía una pequeña heroina, de ahí todo fue muy fácil y sólo tuvo que mandar a sus secuaces a seguirla. Cuando finalmente estuvo sola decidió tomarla.

-que mierda quieres...

-tú don me resultó muy útil cuando escuche de él, es una interesante combinación- Sakura trataba de resistirse al toque del hombre en el tatuaje de su frente- investigó los dones y sus efectos, quiero erradicarlos por completo, aunque el tuyo... bueno... tal vez lo conserve para mi.

-quítame las manos de encima- dijo Sakura entre dientes- carajo, no siento mi fuerza.

-Chronostasis, ponle el sedante- dijo Chisaki, emocionado por su nuevo experimento- es hora de empezar.

-00-

Eri estaba muy nerviosa cuando Chisaki entró a su cuarto, no quería que volvieran a lastimarla, no quería seguir sintiendo todas esas agujas en su cuerpo y mucho menos que el hombre usara su don en ella, siempre que lo hacía sentía como se le iban todas las fuerzas y de repente la jalaban de regreso a su cruda realidad.

Pero esta vez Chisaki no le presto atención y sólo se hizo a un lado cuando Chronostasis entró al cuarto y dejó a una chica en su cama. Estaba llena de vendas, igual que ella, usaba un vestido como el suyo, tenía el pelo largo de color rosa y una extraña marca de rombo en la frente.

Nunca había tenido compañía, excepto por los guardias que Chisaki le ponía siempre, y no se sentía cómoda junto a ellos.

Tenía mucho miedo de la chica nueva, no quería que le hiciera daño.

Solo quería que alguien la salvara...

-que... donde...

Eri se agazapó en una esquina de la habitación.

Sakura por su parte sintió mucho dolor en todo su cuerpo, hace mucho que no se sentía de esa manera. Últimamente estaba recordando muchas sensaciones desagradables que se esforzó por olvidar.

Ya no estaba en la sala quirúrgica, ahora era una habitación oscura y sombría con una pequeña cama blanca y juguetes sin abrir esparcidos por el suelo.

-mierda.

Otra vez se había metido en algún problema, y esta vez no sería tan fácil salir de aquí.

Sentía como su don actuaba poco a poco y curaba todas las heridas que pudiera tener, un suave chillido la sacó de sus pensamientos.

Y lo que vio rompió su corazón.
Una pequeña niña estaba recostada en una esquina del cuarto viéndola con miedo puro, expectante de sus acciones.

Sakura intentó incorporarse en la cama, y sintió una punzada de dolor que la hizo volver a recostarse en la cama, ¿que le había hecho ese tipo?

-no te asustes- dijo Sakura, viendo los grandes ojos rojos de la pequeña- no te haré daño ¿como te llamas linda?

Eri estaba muy confundida, la mirada de la chica era algo nuevo, nadie la había visto nunca de esa manera tan... cálida...

-soy... E-Eri- dijo mientras se acercaba un poco a la cama, Sakura extendió su mano de manera gentil.

-soy Sakura, mucho gusto Eri-chan- dijo Sakura, para su sorpresa Eri tomó su mano.

Esto era nuevo para Eri, nadie la había tocado de esa manera tan cálida y amable, sus ojos se llenaron de lágrimas. Sakura la miro aún más preocupada y con toda la fuerza que le quedaba tomó a la niña y dejó que esta se desahogara en sus brazos.

¿Qué tan rota estaba esta pequeña?

-00-

Sorahiko estaba muy contento con el resultado de las cosas, la mocosa podría estar protegida de las garras de la comisión y podría cumplir su sueño de la infancia. Le había prometido al maestro de la chica que la protegería de cualquier cosa, y pensaba cumplir su promesa.

Pero no contaba con que una vez que llegó a su hogar la mocosa no estaba por ningún lado, y lo que más le preocupó fueron los claros rastros de una pelea.

Alguien se había llevado a Sakura.

¿Continuará?...

Holiiiii ¡Feliz Halloween, lindas personitas!
¿Cómo están? ¿Todo bien? Yo aquí preparándome para celebrar la noche de las brujas desde el encierro y sola en algún lugar desconocido de la Tierra. Nada más me comunico para agradecerles (otra vez, ya los tengo hartos de seguro) por leer la historia, votar y comentar, me gusta que dejen sus comentarios. ¿Que les pareció? Ya se viene lo bueno muahahaha.

KunoichiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora