Kunoichi

Capítulo especial

Última flor

Era un día lluvioso en la aldea de la hoja, los negocios habían cerrado y nadie se atrevía a estar afuera con ese clima.
Tal vez por eso los pasos en las calles mojadas resonaban fuertemente.

Aún cuando estaba prácticamente empapado Naruto seguía corriendo en una dirección fija. Hace ya unos meses que se había casado con Hinata, debía decir que se sentía muy cómodo con su vida marital pero cada vez se perdía más a si mismo.

Aunque claro que eso nunca lo iba a decir.

Llegó al hospital rápidamente sin importarle nada lo que las enfermeras le dijeran.

-estás empapando el suelo dobe.

El rubio se detuvo justo en frente de su mejor amigo, el Uchiha lucia su, ya usual, estoico gesto  mientras mantenía su mirada fija en la puerta de la habitación de hospital en la cual había una brillante placa con el nombre de "Mebuki Haruno".

-fuiste demasiado ruidoso Naruto- regaño el actual Hokage recargado en la pared.

-me compadezco de tu esposa, dobe.

-¡para tu información vivo una linda vida matrimonial maldito teme! ¡Tú estás soltero y amargado!

Kakashi suspiro al ver que iban a empezar una nueva pelea, le gustaba ver que ese par seguían siendo los mismos a pesar de la muerte de Sakura; aún seguía afectando a todos la falta de la ninja pelirrosada pero con el tiempo supieron sobrellevarlo, eso era lo que su alumna hubiera querido.

-deberían dejar de hacer tanto escándalo mocosos inconscientes.

La fuerte voz femenina resonó al final del pasillo, la anciana mujer se movió con dificultad hacia donde estaba el trío más famoso de la aldea- no se como es que mi hija los aguantaba.

-¡Señora Haruno! No debería estar fuera de su habitación, el médico dijo que debía mantener reposo- un agitado enfermero apareció detrás de la mujer.

-deja de molestar Mazu, estoy vieja y enferma pero aún puedo ir al baño por mi cuenta- exclamo la mujer caminando con toda la dignidad de la que era poseedora hasta su habitación.

-es igual de necia que Sakura-chan...

-y también escucho perfectamente mocoso.

Los integrantes que quedaban del antiguo equipo 7 siguieron a la mayor a su habitación en el hospital, para ninguno pasaron desapercibidas las viejas fotos de su fallecida compañera de equipo cuidadosamente colocadas en la mesita de noche acompañadas por una delicada rama de flores de cerezo y crisantemos.

No era un secreto que la señora Haruno había adquirido una pequeña obsesión por la flores después de la muerte de su hija y está se hizo más fuerte tras la pérdida de su esposo.

Toda la aldea le tenía un gran respeto a la señora Haruno, era una mujer fuerte que había sabido sobreponerse a la pérdida de sus seres amados y había continuado con el sueño que alguna vez tuvo su hija.

-¿así que finalmente se decidieron a visitarme?- comentó la mujer poniéndose cómoda en su cama- lamentó decir que sus demás colegas ya se les adelantaron. Ese chico Lee es todo un personaje.

Los tres hombres sonrieron ante la despreocupada mujer; se veía demasiado alegre para ser una persona a la que le quedaba poco tiempo de vida.

-si vienen aquí para convencerme de tomar ese tratamiento entonces será mejor que se vayan- advirtió la mujer con sus ojos verdes (tan parecidos a los que alguna vez ostentó Sakura) llenos de decisión.