Especial de navidad

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Advertencia: si eres nueva/o/e en esta historia y aún no llegas al final, mejor espera un poco para leer esta parte, no vaya a ser que te de spoilers del final.

Nochebuena: la más bella.

La festividad favorita del pequeño Sora Haruno Todoroki era por mucho la Navidad; pero eso no quería decir que no disfrutara de las demás fiestas, Halloween era divertido, podía comer muchos dulces y se reía mucho cuando sus tíos se peleaban por ver de quien se disfrazaría ese año (ese halloween lo había ganado el tío Shouto, su traje de héroe era muy cómodo y genial), en San Valentín muchas niñas le daban tarjetas y chocolates, su mamá siempre le decía que debía agradecerles, por eso siempre que era el día Blanco preparaban chocolate para agradecer que le habían dado un regalo.

Si, todas las fiestas eran increíbles, pero Navidad era sin duda su favorita; a pesar de tener un quirk de fuego a Sora le gustaba mucho jugar en la nieve, en especial cuando su tío Shouto o su abuela le construían bonitas estatuas de hielo. Luego estaban las decoraciones, era muy divertido adornar la casa junto a su mamá, en especial el árbol. También amaba hornear galletas y tomar chocolate caliente. ¡Y los regalos! Al tener tantos tíos y tías que lo querían prácticamente se llenaba de regalos.

Y por último, pero no menos importante, estaba la tradición que él y su mamá habían creado. Al terminar la cena de Navidad, y claro, después de dejar las galletas para Santa, ambos se sentaban frente a la chimenea y su madre le contaba alguna historia sobre esa aldea de ninjas hasta que él se quedara dormido.

Si, era la mejor tradición.

Aunque, ese año había algo diferente. Ya no eran solo Sora y su mamá. Hace un año la pelirrosa había vuelto a casarse con el héroe alado. Y no solo eso, su mamá tenía dentro de su panza a su nuevo hermanito... aún no entendía muy bien cómo había llegado ahí, cuando el tío Shouto intentó explicárselo el tío Deku y el tío Kaachan lo mandaron a callar antes de que pudiera hablar.

El pequeño de cinco años no podía esperar a que su hermanito saliera, había muchas cosas que quería mostrarle ¡y tenían mucho que jugar! Tal vez podría pedirle a santa que su hermanito llegara antes...

-¿aún no sabes qué pedirle a Santa, polluelo?- Hawks aleteaba encima del niño, quien estaba sentado en la mesita de la sala, aún con su carta para Santa vacía. Le había prometido a su esposa que descubriría que quería el niño, pero se la estaban poniendo difícil.

El niño de ojos heterocromáticos levantó la vista haciendo una mueca- ¿crees que Santa pueda hacer que mi hermanito venga para navidad?

-oh... bueno...- el héroe tomó asiento en el sofá, pensando muy bien en su respuesta- eso será complicado...

-¿por qué? Pensé que Santa podía hacerlo todo- Sora frunció el ceño.

-y lo es... pero digamos que tu hermanito es el que decide cuándo salir de la panza de mami- intentó explicar ¿Dónde estaba Sakura cuando la necesitaba? Ella era la médico experta.

Sora inclinó la cabeza, pensando en lo que le acababan de decir- pero... ¿no puede salir aunque sea para Navidad? Quiero mostrarle las decoraciones y hacer galletas con el...

Hawks sonrió y revolvió los cabellos rosados del niño-estoy seguro de que a tu hermanito le encantara hacer todo eso, pero aún necesita tomar fuerzas y crecer más, eso solo lo puede hacer estando en la panza de mami. Es como su casa temporal, y aún faltan unas semanas para que salga, no creo que pueda estar aquí para Navidad.

El pequeño Haruno hizo un puchero- bueno... supongo que puedo esperar un poco más...

La puerta de la entrada fue abierta, llamando la atención de los dos hombres de la casa; cierta mujer pelirrosa entró con una caja llena de adornos, la cual sostenía contra su prominente barriga de ocho meses y medio. En cuanto la vio, Hawks hizo alarde de su velocidad y tomó la pesada caja de las manos de su esposa.

KunoichiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora