Capitulo 29: Mi Familia II

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Es increíble el efecto que tienen las palabras. Hay palabras que hieren tu alma y nunca podrán ser perdonadas, hay otras que le dan fuerza y hacen resplandecer tu alma; pero tanto las buenas como las malas nunca pueden ser olvidados,obviamente si tiene valor. En el caso de las palabras de mis hermanos no las podía clasificar pero sabia que eran importantes porque siempre rondaban en mi cabeza. "¿Cuando vuelves?""¿Acaso no nos extraño?""Te Amo Mana""Quiero verte mana""TE EXIGIMOS QUE VUELVAS""¿Alguna vez perdonaras a nuestros padres?". Odiaba ser sensible y por eso trataba de no pensar mucho en esas frases, aunque cuando esas eran dichas, en voz alta, era imposible no procesarlas y que lleguen a herirte.

Entre sollozos caí de rodillas en el colchón y mi pelo cubrió mi rostro, me resistía a dejar ir el teléfono pero no tenia fuerza para contestar a los preocupados alaridos que había empezado mi pequeño al otro lado de la linea.

-MANA, MANA, MANA - empezó a gritar constantemente, lo escuche dar un fuerte sollozo y alarido.

-¿______ te encuentras bien? - la poderosa voz de mi padre resonó, instantáneamente me obligue a detenerme.

esnife continuamente tratando de encontrar mi voz. Podría parecer dramática o exagerada desde cualquier punto de vista, pero ser la hermana mayor de la familia me daba una responsabilidad de protección y resguardo a mis herma nitos que yo no había cumplido yéndome lejos. Tu no tienes la culpa de nada, ellos te obligaron a irte, trato de consolarme mi voz interna.

-¿_____?- la voz llego antes de que la imagen de Liam apareciera en el marco de la puerta. Levante la mirada, pero el pelo no dejaba visible mi rostro.

Liam no tardo ni un segundo en lanzarse junto a mi.

-¿Que paso,cariño? - al ver el teléfono aun en mis manos lo tomo - ¿Hola? - pregunto a la linea, al recibir respuesta de mi padre pareció sorprendido, pero luego no pareció asombrado de verme llorar. Siempre que mi familia tuviera algo que ver...yo me encontraría llorando. Era triste pero verdadero ya que las lágrimas, muy pocas veces, eran de felicidad.

Estire mi mano y sin importarme que Liam estaba por responder, corte la llamada. No se quejo, ni tampoco pregunto solo se inclino y comenzó a esparcir besos en mi cuello mientras sus manos repartían suaves caricias a mi espalda y cadera. Entre sus brazos, encontré mi voz.

-Galo sonaba triste, el me extrañaba - solloce - no puedo quedarme en mi casa mas de dos noches, sabes como me cuesta volver - Sin dejar de besarme asintió. Levante mis manos hasta mi rostro y corrí mi cabello húmedo para presionar mis ojos - Ellos me odiaran cuando crezcan -

-No lo harán - contesto Liam, deteniendo su camino de besos - eres su ejemplo, su propia estrella a la cual admirar, nunca podrían odiarte y menos cuando algún día les explique lo que te mantiene lejos - elevando sus manos tomo mi rostro - ellos te aman y te entenderán -

El pensamiento de algún día poder hablar con mis hermanos y que me perdonen por los años que me había perdido de su infancia era algo que me hacia estremecer, tenia terror a que ellos me acusaran de débil por escapar por no haber sido lo suficientemente Fuerte. Aunque estaba la esperanza de que ellos me entendieran. Y la esperanza es lo ultimo que se pierde.

***

Me estire luego de dar un gran bostezo, voltee y aleje las colchas de mi. Rápidamente el frió de Londres se calo en mi huesos. La calefacción. Me apresure por el pasillo del apartamento hasta llegar a la sala y encontrarme a Niall.

Me acerque a el y suspire. Se encontraba en el sofá hecho un ovillo, abrazándose a el mismo entre un par de frazadas. Su rostro se veía despojado de expresiones y su respiración constante hacia que verlo sea un deleite. Acerque mi mano lentamente a su rostro y deliñe sus facciones, mis uñas estaban de color blanco, y su piel estaba tan pálida que casi coincidía con estas. Sus pestañas rubias se veían con claridad, no eran tan largas como las de Zayn, pero para ser del genero masculino estas eran bastantes llamativas. Sus labios, suaves y tonalizados con su piel, estaban entreabiertos. Sin poder evitarlo roce mis dedos dentro de su boca. Amaba sus besos y allí,entre sus finos labios, se encontraban varios de los que me había robado. Todo en el era perfecto y mas en este estado, pero faltaba algo. 

La "Puta" Personal de One DirectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora