La mano que me sujetaba con fuerza, era mucho mas grande que la mía. Mis ojos estaban calvados en la forma en la que estas encajaban, parecían estar hechas la una para la otra... "Your hand fits in mine Like it's made just for me". una leve risa salio de mi por las cosas que pasaban por mi cabeza. Liam fijo su vista en mi y sonrió, también. Luego con la vista siguió por nuestros brazos hasta llegar a nuestras manos, se acerco aun mas a mi y casi con un suspiro hablo en mi oído...
"But bear this in mind It was meant to be"
Sorprendida, porque el adivinara mis pensamientos, lo mire y el con un rápido movimiento robo un beso de mis labios entreabiertos. Duro un segundo y fue sutil dejando a mi mente alborotada y un poco aturdida por el robo no necesario. Caminamos unos cuantos pasos mas, mientras yo seguía vislumbrada por la cantidad de gente que seguía en las calles y en bares a pesar del horario.París era una ciudad contradictoria al resto de las demás ciudades de Europa, en la gran mayoría, todas las actividades finalizaban a tempranas horas, pero aquí la vida parecía infinita.
-¿Estamos caminando hacia el hotel? - pregunte al notar el camino que tomábamos.
-Si, lo siento, es que estoy cansado amor y preferiría ir a dormir.
Luego de un puchero momentáneo, asentí y seguimos nuestro camina aun tomados de las manos. Mi cabeza daba vueltas, yo realmente no tenia sueño. Había dormido la mayor parte de la tarde. Así que me preguntaba ¿Que piensas hacer _____? una y otra vez. Supuse que todos los demás también estarían cansados por el viaje, por el show del que todavía no habían descansado bien y por el show que se vendría mañana.
Al llegar al hotel, Liam me acompaño hasta la puerta de mi habitación y sonrió dulcemente desde el ascensor luego de un beso de despedida. Las puertas de la caja metálica se cerraron y gire hacia mi puerta, saque del bolsillo de mi abrigo la tarjeta que abría y cuando esta roso justo la hendidura por mi cabeza paso una pregunta. ¿Hace cuanto realmente no me divertía...sola?.
Desde los 11 años que amaba locamente a One Direction, y a los 16 cuando uno podría decir que empieza la "buena" vida de una adolescente, ellos me habían sacado de mi casa. No me arrepentía de nada desde la decisión de largarme con ellos. Pero la parte de estar sola había quedado nula desde ese momento. Otro destello paso por mi mente. Tenia 19 años, podía hacer lo que me viniera en gana!!. Mi pequeño yo corrió hacia su armario igual que lo hice yo entrando en mi cuarto apurada. Unos minutos después me mire nuevamente al espejo. Un top rojo se ceñia a mis curvas delanteras y unas calzas realmente apretadas a mi parte trasera, unos tacones bastante altos estilizaban aun mas mi imagen y el maquillaje ahora si era realmente una obra que admirar. Corrí hacia el ascensor y luego hacia las escaleras, no tenia tiempo que perder, las baje como un torbellino y parando un taxi en la avenida del hotel me aventure en la noche Parisina.
-¿ A donde le apetece ir señorita? - pregunto el chofer en un fluido francés. Como puede conteste.
-A donde este mi libertad... con los de mi edad.
Un largo recorrido hasta las afueras de la maravillosa ciudad y el taxi finalmente paro, sin siquiera preguntar cuanto era tome 300 Euros y los deposite en el asiento de junto al conductor y me deslice fuera del auto. A la mierda el dinero esta noche.
La cuadra hasta el antro en donde al parecer pasaría un par de horas estaba abarrotado de gente, mas bien chicos de mi edad. Muchachos estampando chicas contra la pared, sonriéndote como si con eso pudieran llevarte a la cama sin mas. Con una mirada de asco pase entre ellos y me posicione junto a la puerta. Dos grandes hombre fortachones estaban allí con cara de pocos amigos. Tosí exageradamente llamando su atención, cuando me miraron abrí mi boca para decir quien era y que me dejaran pasar, pero la cerré apresuradamente, hoy no tendría nada que ver con One Direction. Les regale una de mis mas compradoras sonrisas pero luego de un vistazo se cansaron y volvieron hacia los demás. Resople y gire hacia un grupo de chicos y chicas que se encaminaban hasta acá entre gritos y carcajadas. Las chicas llevaban poca ropa, pero sus looks coincidían a la perfección con su forma desinteresada hacia los que no fueran de su grupo, así que llevaban el estilo con glamour; mientras que los chicos estaban vestidos como unos buenos...culos calientes. Una cosa que tenían los dichos "culos calientes" eran seguros sobre si mismos; podrían ir vestidos de payasos que con la forma que los conllevarían parecerían los mejores vestidos. Pasaron junto a mi, las chicas con sus pelos al aire, de diferentes colores, ni siquiera se percataron de mi presencia. Luego pasaron por detrás, aun mas distraídos, los chicos. Unos me enviaron una que otra mirada pero pasaron de mi. Al sentir una mirada fija en mi, enfoque la vista hacia donde percataba esa energía. El ultimo de los chicos me miraba fijamente.Tenia una mirada tan firme que sentías que te arrodillarías ante el para cumplir sus deseos, parecía que abarcaba todos tus sentidos y te dejaba sin protección alguna pero al mismo tiempo miraba con indiferencia y parecido fastidio. Miraba como... "...como mirarían los ángeles si emergieran del infierno...". El pecado emanaba de su persona, encontraste de lo angelical que parecía su imagen. Lo observe fijamente de arriba abajo.Su pelo era rubio brillante casi dorado, eso era lo único claro de sus rasgos que podía definir con la poca luz, Llevaba una musculosa negra, que se pegaba a su muy bien formado cuerpo a la perfección, unos jeans rasgados que parecían colgar de su, al parecer, perfectamente marcada cadera y en los pies unas botas negras. Al llegar a la entrada de la disco, la soga que bloqueaba la entrada fue retirada y este saco al fin sus ojos de mi para pasar. Un resoplido salio de mi e instantáneamente el voltio nuevamente. Parecía que algo se debatía dentro de el, porque a diferencia de sus amigos se quedo un tiempo mirando a las cortinas que eran la ultima barrera para entrar. Decidido se estiro hacia la oreja del gigante de la entrada y le susurro algo en el oído. El gigante me echo una mirada y levanto instantáneamente la soga. El chico me hizo una seña con su mano. Perpleja, luego de salir del aturdimiento por la sorpresa a paso rápido me acerque a la puerta y pase de la soga, echando una sonrisa triunfante al gigante.
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La "Puta" Personal de One Direction
Fanfiction¿Nunca pensaste que seria tener la oportunidad de tenerlos? Siempre que le doy vueltas al asunto, creo que tengo mas confusion... Yo no soy una puta o va eso creo, yo no doy mi cuerpo a cambio de dinero o bienes personales. Ni tampoco soy participe...