Maratón 1/5
Como si el cielo acompañara mis sentimientos no tardó mucho en que comenzara a lloviznar. Y como si fuera poco, no se trataba de una simple lluvia sino de una tormenta que opaco todo el cielo de Londres. Pero como si se tratara de una obra de arte, las frías calles estaban iluminadas por el resplandor del sol, aunque este estuviera oculto detrás de las gigantescas nubes grises. Era el típico cielo de los poemas tristes, cualquier escritor estaría encantado de estar aquí e inspirarse con el paisaje.
Pero para la desgracia de momento solo había una simple chica.
Mi buzo rápidamente se volvió pesado ante la cantidad de agua que la tela había absorbido, mi cabello se encontraba abrazado a mi rostro, mientras que yo me sentía completamente húmeda.
En minutos las calles se habían vaciado, y solo me acompañaba la presencia de autos andando a gran velocidad huyendo de la tormenta. Parecía la única persona dispuesta a quedarse bajo esta.
Mis zapatillas empapadas se movían entre los charcos, sin siquiera detenerse a evitarlos.
Una mezcla de calor y frío se deslizaba por mis mejillas, gotas de lluvia y lágrimas hacían contraste. Y aunque era difícil saber cuánto pertenecía a llanto y cuanto a la tormenta, sabía que no estaba llorando demasiado. En algún punto haber sido traicionada por alguien que no me lo esperaba, o al cual le había dado tantas cosas de mí, me hacía casi imposible el hecho de derramar lágrimas.
Solté un quejido, antes de derrumbarme sobre un pequeño escalón. Era una librería, estaba cerrada y su entrada parecía el lugar indicado para detener mi andar.
Apoye mi cuerpo sobre una columna y estire mis piernas a lo largo del escalón de mármol, hice mi cabeza hacia atrás dejando que la capucha cayera y recibiendo de pleno la lluvia sobre mi rostro.
Suspire.
¿Por qué había estado tanto tiempo llorando y siendo dramática?, ahora que realmente tenía que serlo y hundirme en la miseria que sentía mi corazón, y no era figurado o poético sino que sentía una mano estrujarlo con fuerza, ya no podía.
Me había realmente cansado. Pase una manga por mi rostro tratando de correr cualquier molestia, pero me era un poco imposible ya que seguía lloviendo y yo seguía mojándome.
Lentamente me acomode mejor y fije mi mirada en un punto fijo. Un cartel azul con elegantes letras blancas y cursivas que daban a relucir el importante nombre de una academia de intercambio. Mi mente no tardó en viajar al pasado.
~ThrowBackTime~
Hace más de un mes y medio que había vuelto de Londres. Como era de esperar la vida me parecía bastante aburrida y rutinaria. Después de todo lo que había aprendido y vivido allí el haber vuelto casi que me había deprimido.
Mi teléfono se ilumino mientras la pantalla se iluminaba, e hice un esfuerzo para leer el mensaje sin que la profesora Zimpolles notara que había perdido interés en su aburrida narración.
¿Cuándo pensaras volver a hablarme?, ya te dije que lamento haberme comportado así...
Me voltee y dirigí me mirada cinco asientos atrás donde se encontraba la autora del mensaje. Meredith me miraba con sus ojos de cachorro y un puchero creciente. Volví mi vista al frente, obviamente volteando los ojos.
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La "Puta" Personal de One Direction
Fanfiction¿Nunca pensaste que seria tener la oportunidad de tenerlos? Siempre que le doy vueltas al asunto, creo que tengo mas confusion... Yo no soy una puta o va eso creo, yo no doy mi cuerpo a cambio de dinero o bienes personales. Ni tampoco soy participe...