Capítulo 13- Guardia fantasma sin sombras (3)

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Ying Qi sabía en su corazón que aún tenía una carta oculta, pero no sabía si debía revelarla o no. Como discípulo principal del zongshi, Jiang Niyi, había algunas cosas de sus habilidades que no podía dejar pasar por miedo a causar problemas.

Su maestra había aprendido las artes marciales por sí misma, pero no tuvo tiempo para aprender a comportarse [1], mientras que él perdió a sus padres desde su infancia, después pasó un año en el Palacio del Gobernador de Chaohai y otro año trabajando como sirviente en el Palacio del Primer Ministro, sin tan solo hubiera tenido a alguien cerca que le diera consejos, tal vez Ying Qi no se habría vuelto tan callado y evasivo..., temeroso de decir algo incorrecto y abstenerse a hablar, temeroso de hacer algo incorrecto y no meterse en problemas. Poco a poco se convirtió en una persona silenciosa e introvertida.

Ying Die se quedó tranquilo, con un ligero movimiento de su cuerpo fue capaz de reconocer fácilmente la trayectoria de Ying Qi, evitando su ofensiva y atacando en el punto de acupuntura entumecido del codo de Ying Qi, de esta manera todo el brazo derecho de Ying Qi se entumeció inmediatamente perdiendo al instante la fuerza para luchar.

Ying Die dijo a su lado: — Si miras el Palacio de la Sombra desde que se construyó, no ha habido un solo guardia fantasma del Grupo Feilian que pueda vencer a los guardias fantasmas del grupo Jiuying y Taotie de la misma fuerza en una sola pelea, luchando solo, no es una pena que hayas perdido contra mí, era de esperar. Hagamos algo, si puedes hacer que muestre mi arma en tan solo tres movimientos, seré considerado un perdedor, de esta manera no dirán que he intimidando al recién llegado.

—Dianxia te ha estado mirando. —Ying Die susurró en la oreja de Ying Qi con una sonrisa. —Escuché que Shizi Dianxia le dio a Xue Zhangshi una bofetada en la cara, nunca supe para quién era.

Ying Qi se sorprendió al principio y la punta de sus orejas se pusieron rojas, pero de inmediato evitó la ofensiva de Ying Die, el cual había aprovechado por su debilidad, después del segundo movimiento Ying Qi ya estaba sin aliento, ya había agotada más de la mitad de su fuerza física, y todavía no podía tocar una pieza de ropa de Ying Die, él solo mantuvo las manos en sus mangas desde el principio, sin prisa.

Su poder de oído era demasiado bueno, no importaba dónde cayera Ying Qi en un ataque furtivo, el sutil sonido del aterrizaje no podía escapar de sus oídos.

Ying Qi escuchó cómo sus dientes posteriores se apretaban con fuerza.

Sentado en la reja de hierro del campo de entrenamiento para ver la batalla, Ying Wu estaba ocupado tocando la campana y haciendo apuestas febrilmente, de vez en cuando miraba la batalla, pero los guardias fantasmas del grupo Feilian tenían pocas posibilidades de ganar contra el grupo Taotie o los guardias fantasmas del grupo Jiuying, así que Ying Wu no tenía ninguna esperanza, sólo quería seguir el juego mientras tuviera la oportunidad.

De repente, Ying Wu echó un vistazo al campo de entrenamiento y vio que Shizi Dianxia ya había entrado en el campo de entrenamiento, así que se apresuró a bajar de la puerta de hierro y se puso al lado de Li Yuan, sonriendo: — Dianxia, ¿está aquí?

Li Yuan lo miró distraídamente: —Llamas tan fuerte, que me resulta difícil fingir que no te oigo.

Ying Wu se frotó las manos, se humedeció los labios y esbozó una sonrisa acalorada: —Me equivoqué, Dianxia.

A Li Yuan no le importó, agitó la mano y le dijo que se alejara, al ver que Ying Qi estaba un poco abrumado, frunció el ceño, tomó los huesos del abanico plegable azul cian y lo sacudió hacia la cintura de Ying Wu, riendo y regañando: —Ustedes, unos cuantos viejos, se confabulan contra el recién llegado, ¿les resulta gracioso, eh?

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