Ying Qi miró a Shizi Dianxia irse, frunciendo ligeramente el ceño mientras miraba hacia otro lado, susurró suavemente para sí mismo: —¿Qué le pasa a Dianxia?
Ying Wu agitó la mano: — Dianxia siempre ha sido así.
Ying Qi bajó la mirada un momento y preguntó a Ying Wu: —¿He disgustado a Dianxia verdad?
Ying Wu suspiró y dijo: —No sé si Dianxia está enfadado o no, pero de todas formas hiciste enojar al tercer joven maestro de Liang, no dejes que te vuelva a ver, o lo pasarás mal, el pequeño Bawang de Yuezhou, ¿¡Puedes siquiera meterte con él!?
Ying Qi sólo se preocupaba de cómo estaba Dianxia, los demás no tenían nada que ver con él.
Los tres gongzi subieron al louchuan de la familia Liang que estaba en las costas de Yue Shui, Ying Qi y Ying Wu los siguieron de inmediato.
Este louchuan no era una embarcación ordinaria, tenía varios pies de altura y varios pisos, de pie bajo la embarcación si se miraba hacia arriba, era como si una hormiga mirara hacía la montaña. De vez en cuando, cuando hay fuertes vientos en la superficie del río, se atan miles de cables, con balsas de madera entrelazándolos como tejidos, para que el viento no puede sacudirlos.
La riqueza de la familia Liang era tan grande que incluso el Palacio Real de Qi estaba dispuesto a inclinarse ante el viento [1]; la mayor Casa de Apuestas de Yuezhou, 'Man Ting Huan', es una de las pequeñas casas de apuestas que les pertenecía, además eran muy famosos en Xunzhou por la Casa 'Yin Fang [2]' y en Linzhou por la Casa 'Chao Mu [3]', todas propiedades de la familia Liang.
Ying Qi y Ying Wu se abrieron paso hasta llegar al louchuan, que era amplio y enorme con muchas habitaciones, sin embargo, debajo de la viga de la habitación había un techo plano con varias bestias rui [4] talladas, por lo que los guardias de las sombras no podían estar allí arriba, solo podían esperar fuera de la habitación del maestro.
Dentro del louchuan era como un mercado, había un anciano parado detrás de una estufa de carbón asando pescado fresco que capturaba del río, un espectáculo de malabaristas estirando fideos, también hermosas damas de compañía merodeando, muchachas de cítara tocando y cantando canciones mientras otras se balanceaban suavemente, sus mangas eran como agua que se agitaban, un alegre país de melocotones [5], embriagado en un país gentil [6].
Shizi Dianxia subió la escalera de madera y los tres entraron en el pequeño pabellón del segundo piso, Ying Qi y Ying Wu no podían subir, así que sólo pudieron encontrar un pequeño salón de té en la parte inferior, pidieron una tetera y esperaron tranquilamente a su maestro.
De vez en cuando, Ying Qi levantaba la vista y veía a un grupo de hermosas sirvientas que llevaban líquidos de jaspe y jade [7], entrando lentamente en la elegante habitación de Shizi Dianxia.
Los ojos de Ying Qi se oscurecieron mientras bajaba la cabeza para beber su té. En su mente, no pudo evitar fantasear con que la belleza estaba en brazos de Shizi Dianxia, abrazándola de izquierda a derecha, su corazón sintió una inexplicable pérdida.
El diseño de la habitación privada era elegante y ostentosa, tenía una calidad única y generosa, las orquídeas en las cuatro esquinas de la elegante habitación eran exuberantes y verdes.
Liang Xiao se acomodó perezosamente en el suave asiento de lana: —Siéntate, no seas educado, pide directamente lo que quieres comer y jugar.
—Yanxi, ahora estás enfadado, ¿verdad? Te gusta la comida dulce, ¿verdad? Haré que lo hagan. — Liang Xiao fue realmente bueno con Kong Yanxi, ya que las dos familias estaban muy unidas en los negocios, y debido a que Kong Yanxi no le gustaba ser rechazado por su familia, desde la infancia se aferró a Liang Xiao, lastimosamente, desde la infancia hasta la edad adulta se ha estado aferrando a él.
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Obedéceme
Fantasy¿Será la sumisión del guardia de las sombras o el hundimiento de Shizi? El perro leal guardia de la sombra Wen Ji, que sobrevivió al entrenamiento del infierno, finalmente logró esperar al lado de Dianxia, a quien había estado anhelando, pero Dianxi...