Capítulo 46 - El viento y el roció de la media noche (6)

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Li Yuan abrió la puerta de la elegante habitación y atrajo a Ying Qi hacia adentro.

Ying Qi miró a su alrededor mientras el adolescente se alejaba.

Li Yuan bajó la cabeza y le preguntó: —Xiao Qi de verdad tiene buenas habilidades, ¿estas comiendo vinagre* de un niño eh?

Ying Qi se puso rígido: —Este subordinado no se atrevería.

Li Yuan sonrió e inclinó la cabeza: —Es muy difícil admitirlo.

Ying Qi inclinó la cabeza hacia un lado, y las puntas de sus orejas volvieron a ponerse rojas.

Tenía una justo detrás de él, una Peonía Tianxiang marcada por Dianxia en persona. Pensaba que la marca en su cuerpo era única, pero al ver que Shizi Dianxia iba a marcar el sello que había apreciado durante muchos años en otra persona hizo que Ying Qi se pusiera muy ansioso.

—¿No quieres que marque a alguien más? Entonces no lo hare. — Li Yuan sostuvo la cabeza de Ying Qi hacia atrás y le preguntó: —Entonces este sello, ¿lo quieres? Marcar esto es bastante doloroso porque necesita ser quemado.

—Está bien. — La voz de Ying Qi era ligeramente silenciosa.

Li Yuan dijo angustiado: —No lo hagas, te dolerá, aún tienes heridas en el cuerpo, no lo hagamos por ahora.

Ying Qi tenía algo de decepción en sus ojos y asintió obedientemente.

Li Yuan le rodeó con sus brazos por detrás, le besó en el cuello y coloco en su mano el Sello de Peonía Tianxiang.

—Toma esto, lo usaré en el futuro con tu permiso, ¿de acuerdo?

Ying Qi se quedó sin palabras mientras sostenía el pesado sello y dijo con miedo: —Este subordinado no se atreve, ¿cómo podría este subordinado tomar un objeto de poder tan valioso...?

Li Yuan lo persuadió: —Eres mi guardia fantasma personal, así que vas a estar a mi lado todo el tiempo de todos modos, así que finge que es muy pesado y guárdalo por mí.

Ying Qi bajó los párpados en silencio, dudó durante un largo rato, pero al final dijo que obedecería sus órdenes.

—Muy bien. — Li Yuan le besó en la mejilla, tocándole y abrazándole sin cesar. Sintió el impulso de entregar toda la plata de sus ingresos a Xiao Qi para que la guardara.

Por la noche, el camarero encargado anuncio respetuosamente que los preparativos estaban listos y le pidió al gongzi que subiera al pabellón.

Ying Qi, cuyas ropas aún estaban manchadas de sangre seca, pensó que sería indecente seguir a Dianxia para conocer a un invitado e insultar la dignidad del Palacio Real, así que pidió prestado al asistente un pulcro uniforme de guardia y se lo puso, siguiendo dos pasos detrás de Li Yuan.

Subiendo la escalera de madera, abriéndose repentinamente un amplio panorama [1].

—En efecto, es una persona noble la que viene de noche, así que es bueno tener cuidado con sus palabras y acciones. — Li Yuan controlo su expresión e instruyó: —No tienes que hablar mucho, incluso si estoy en peligro, no muestres demasiado tus habilidades, esas pocas personas tienen guardias con ellos, así que no hagamos una escena.

Esta noche se han reunido aquí dos primos de Li Yuan, quienes han venido desde lejos para visitar a su xiongdi, y a quienes no los han visto desde hace tiempo, con el pretexto de inspeccionar los dos estados de Linxun.

La llama de la vela difunde una luz rojiza a través de la pared roja de la lámpara, esa luz rojiza brillaba por todas partes balanceándose suavemente frente a la puerta, el pico de la lámpara barriendo junto a la cara de Ying Qi, sintiendo una atmósfera fría, del pabellón superior emanaba un olor extremadamente tenue, al que Ying Qi estaba acostumbrado como guardia de la sombra, podía oler la sangre del agua y el jabón.

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