Un tenue calor inundó el cuerpo de los presentes en la habitación. A pesar de encontrarse a finales de octubre y el clima no era muy cálido, el apartamento de Jason era muy acogedor en esos momentos. Todo era paz total.
Jason se removió en el sillón. Con leve pesar abrió con calma sus ojos. Una fuerte luz provocó que volviera a cerrarlos y a su vez, frunciera el entrecejo.
—Mierda, —susurró al sentir un par de punzadas en el cuello y parte baja de su espalda. Con eso podía confirmar que no debía volver a dormir en el sillón y, aunque al principio le había parecido buena idea, en esos instantes se recriminaba por ello.
El sonido chirriante a la par, captó por completo su atención. Damian, quien aún se encontraba durmiendo plácidamente, volvió a girarse en el sofá dejando un brazo colgado.
Ni siquiera habían pasado cinco segundos, cuando el mismo sonido volvió a captar la atención de Jason, quien mantenía los ojos cerrados después de asegurarse que su hermano se encontraba ahí.
Damian volvió a removerse. El sudor caía por su frente y el ceño lo mantenía levemente fruncido. De su garganta se emitió un leve quejido, lo que hizo que se despertara de golpe.
En esos momentos, la lámpara apagada que tenía enfrente parecía muy interesante. La mente la tenía completamente en blanco. Pese a la calefacción, sentía como su cuerpo se sentía pesado y frío; trataba de recuperar la respiración, la cual había flaqueado un par de segundos antes de despertar.
— ¿Mal sueño?, —la voz de Jason hizo que saliera de ese trance en el que se encontraba.
Damian posó su mirada cansada en su hermano. Unas ojeras marcadas que reposaban debajo de sus hermosos ojos verdes lo hacían lucir más demacrado de lo usual. Los músculos de su espalda se tensaron por completo al recordar la razón que interrumpió su sueño y restregó sus ojos tratando de remover todo rastro de terror.
—Damian, —volvió a llamarlo con voz suave; al ver el estado en el que se encontraba, no quería asustarlo—, Damian, ¿estás bien?
El aludido asintió. Una lágrima cayó por su rostro dejando marcado su recorrido hasta caer en la frazada que cubría sus piernas.
Pese a que el sofá no era demasiado espacioso, Jason logró sentarse a un lado de su hermano tratando de no incomodarlo.
El silencio que se había formado entre ambos, era suficiente para saber que no necesitaban decir palabras de consolación.
Jason, tocó el hombro de su hermano, moviéndolo suavemente y como acto seguido apretarlo sin causar daño.
El menor seguía sin dirigirle la mirada a su hermano. Después de fruncir sus labios, cerró los ojos y limpió todo rastro de debilidad.
—Está bien, —murmuró el mayor—, todo está bien.
Damian negó reiteradas veces. No sabía si era en respuesta a lo dicho por Jason o tratando de desaparecer esos recuerdos abrumantes que permanecían en su mente.
—Damian, —susurró nuevamente—, está bi...
— ¡Nada está bien!, —volvió a suprimir sus lágrimas—, nada está bien, Jason.
Ambos volvieron a dejar sus respiraciones fluir sin decir nada. El viento chocar contra las ventanas junto al sonido que emitía la calefacción desgastada, eran los sonidos más impactantes en ese lugar.
—Todo está bien, ¿sabes por qué?
Damian posó sus cristalizados ojos en su hermano y negó.

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Sorrow
Fanfiction"Es irónico como las personas hacemos hasta lo imposible tratando de evitar el dolor y, es por lo que más pasamos en nuestras vidas" ═════════════════════ ≪ •❈• ≫ ═════════════════════ ATENCIÓN El fanfic que leerán a continuación es completamente...