—Te dije que no pusieras eso ahí, —protestó el menor de la familia Wayne.
—Aquí se ve bien, —respondió Jason alzando la voz de la misma forma que su hermano. Detestaba que le gritaran y más si se trataba de Damian.
—Se ve horrible. Al igual que tú.
— ¡Ya!, —esta vez fue Mila quien tuvo que intervenir al ver que Damian estaba a punto de lanzarle el cráneo artificial a Jason—, ¿quieren comportarse por solo un minuto? ¿¡Un maldito minuto!?
Los pelinegros se observaron con el entrecejo fruncido y se cruzaron de brazos.
—Tú eres la que no se está comportando, —se quejó el menor.
—Damian tiene razón, —prosiguió Jason.
Lyudmila se limitó a rodar los ojos y no decir nada más. Al menos había conseguido que ese par se pusieran de acuerdo en algo.
Todos en la mansión se encontraban decorando para la noche siguiente. Halloween. Una festividad muy esperada para casi todos. Excepto Alfred. Quien no comprendía por qué tanto alboroto si casi nadie llegaba a pedir dulces por esos lares. Pero su principal problema no era que la mayoría de dulces terminaran en el estómago de los protegidos de Bruce y tardaran una semana en que los efectos del azúcar desaparecieran. Lo peor de todo era desmontar los adornos. Sin ayuda.
—No me gusta, —volvió a protestar Damian—, debería estar en la entrada.
—A mí me gusta como se ve, —dijo Mila, observando el cráneo artificial sobre la mesa de la sala.
—No me extraña, —continuó rezongando Damian—, si tienes malos gustos con los chicos, no me sorprende que...
—Damian, —exclamó la joven. No pensaba en dejarlo terminar la frase y pasar un momento de vergüenza frente a los demás.
Jason, que se encontraba atento a la conversación de ambos, soltó una risita para sí mismo. Se asemejaba más a una de burla e irritación que de gracia. ¿Quién se creía el mocoso? Si era un excelente partido. Sobre todo para Mila.
"Mila". Pensó.
Después de lo ocurrido la noche anterior. Le tranquilizaba verla mejor. Tal vez no como esperaba. Pero al menos saber que se encontraba lo bastante animada para decorar el lugar era más que suficiente.
Aun rondaba en su cabeza la expresión de Mila. El terror que desbordaban sus ojos y el pánico con el que temblaba todo su cuerpo. Aún lo tenía desconcertado.
Incluso había llegado a pensar que la joven entraría en un colapso como aquella noche en la que fue secuestrada. Sin embargo, no fue de tal magnitud como en esa ocasión. Lo cual le permitía bajar un poco la guardia.
Después de haber entrado a su dormitorio. Tuvo que dirigirse al baño con la muchacha en brazos y sostenerle la cabeza cada vez que se inclinaba en el escusado para vomitar.
No sabía si era eso o la conversación que habían tenido lo que aún lo tenía inquieto.
Se quedó con ella toda la noche hasta que el primer rayo de sol acarició cada rincón de la ciudad, dando la bienvenida a un nuevo día. En el momento en que pudo vislumbrar cada facción relajada de la joven, pude abandonar sus aposentos y dirigirse a los suyos sin ser visto.
Cuidándola y protegiéndola de sí misma.
Fue lo único que Red Hood pudo hacer después de lo sucedido y decirle que se había recuperado aquel objeto perteneciente a su hermanita.
Aquella noticia había traído consigo un manojo de emociones en la Romanov. Era tanta la alegría, por saber que aquel objeto ya no estaba en manos equivocadas. Como el temor por lo que podía llegar a pasar.

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Sorrow
Fiksi Penggemar"Es irónico como las personas hacemos hasta lo imposible tratando de evitar el dolor y, es por lo que más pasamos en nuestras vidas" ═════════════════════ ≪ •❈• ≫ ═════════════════════ ATENCIÓN El fanfic que leerán a continuación es completamente...