Ante la luz del sol calando por la ventada de la recamara; Lyudmila comienza a abrir los ojos poco a poco permitiéndose sentir el ardor que le provocaban.
A pesar de ello, el verdadero causante de que la Romanov hubiera hecho el intento de despertar no había sido el tedioso resplandor; sino el parloteo que venía desde el piso de abajo ocasionando una insistente punzada en la cabeza de la joven.
—Mierda, —fueron sus primeras palabras en el día.
Quitando todo rastro de suciedad impregnado en sus ojos, tomó asiento en la cama mientras observaba la pared frente a ella como si fuera lo más interesante del mundo.
Un rastro de saliva se deslizaba por la comisura de sus labios y la pesadez en sus ojos se intensificaba cada vez más. El rezago por no haber dormido bien durante esos días le estaba cobrando factura en esos momentos.
Primero Tim y Jason. Luego Damian que ni siquiera hacía el mínimo intento de salir de su habitación y solo lo hacía para ir a la academia o por comida. El pobre de Dick, quien casi nunca estaba en casa por estar en el hospital pendiente de Tim. Y ni siquiera quería hablar sobre Bruce, que llevaba días sin hacer acto de presencia como siempre. Solo sabía que en cualquier momento iba a volverse loca, si es que ya no lo estaba.
Sin embargo, el ruido que provenía de la sala hizo que terminara de abrir los ojos por completo. No comprendía la razón de tanto escándalo, solo podía asumir que debía ser algo importante para que el ruido llegara hasta su habitación.
Resignada, soltó un suspiro y bajó de la cama hasta dirigirse a la puerta. No importaba llevar su cabello completamente despeinado y con rastros de saliva en él; solo iba a pedir con amabilidad que dejaran de hacer tanto bullicio para regresar a su actividad preferida desde que vivía en la mansión. Dormir.
Soltó un gran bostezo y al llegar a las escaleras se detuvo tratando de recobrar la lucidez. Se negaba a tropezar y conseguir una nueva fractura en el tiempo que llevaba ahí.
—Carajo, —susurró cuando el ruido que provocaban las personas volvió a generar aquel desesperante dolor de cabeza.
A duras penas podía reconocer dos de lo que parecían ser cuatro voces presentes. Todo en su cabeza estaba tan revuelto que era imposible concentrarse.
Bajó a toda prisa por las escaleras y caminó hasta el lugar donde se originaba su mayor molestia en el día.
— ¿¡Podrían callarse de una puta vez!? Algunos intentamos dormir, —protestó cubriendo su rostro por la luz del sol que solo había intensificado el dolor de cabeza. Ni siquiera le importaba quienes estaban ahí reunidos. Solo quería paz y tranquilidad para continuar durmiendo, aún si gritar era lo último que debía hacer.
— ¿A la hora de almuerzo?, —ronroneó una voz llena de picardía y sátira.
Los ojos de Lyudmila se abrieron más de lo usual, ignorando el ardor que la iluminación del lugar ocasionaba. Se debatía si bajar el brazo o mantenerlo en su rostro.
Pero quería ver más allá de las botas desgastadas de cuero y un par de zapatillas deportivas que podía visualizar. Sabía quiénes eran. Quería verlos.
Bajó el brazo con el que bloqueaba su visión. Sin percatarse en qué momento había abierto tanto la boca por el asombro, observó a todos. Pero las siluetas de Tim y Jason fueron quienes robaron toda su atención.
Avanzó a paso firme hasta los dos jóvenes y sin previo aviso los abrazó. Había decidido ser egoísta, permitiéndose sentir la calidez que caracterizaba a ambos muchachos. Necesitaba saber que era real y estaban ahí.
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Sorrow
Fanfic"Es irónico como las personas hacemos hasta lo imposible tratando de evitar el dolor y, es por lo que más pasamos en nuestras vidas" ═════════════════════ ≪ •❈• ≫ ═════════════════════ ATENCIÓN El fanfic que leerán a continuación es completamente...