CAPÍTULO 73

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—Se han registrado veinte asesinatos.

Bruce restregó su rostro con fuerza y emitió lo más parecido a un gruñido ante las palabras de Nightwing. Tan sólo llevaban un día y Gotham se había vuelto más peligrosa de lo que ya era.

—Todas son mujeres. Y cumplen con las mismas características —murmuró.

—Mierda. ¡Mierda! —Cómo una fiera cautiva, Damian se paseaba en la baticueva sin poder dejar de ver el suelo cómo si tuviera la respuesta.

—El tráfico de drogas incrementó —siguió Nightwing—. Y aún así no hay rastro de Víctor.

—Iré a buscarlo —Jason había permanecido apoyado en el batimovil. Con los brazos cruzados, se mantenía expectante de cada palabra que su hermano mayor decía—. Bruce, sé que lo prometí... pero déjame matarlo.

—No.

Las miradas habían recaído en Jason y Bruce, quienes parecían desatar una batalla campal tan solo con sus ojos. Ambos firmes a sus palabras y dispuestos a hacer lo necesario.

—Ni siquiera han pasado veinticuatro horas —dijo Damian—. Es claro que quiere enviar un mensaje. Y todos sabemos qué es lo que quiere.

—A quien quiere —corrigió Tim acunando el puente de su nariz.

—Déjame matarlo —insistió Jason con una negativa por parte de su padre.

—Estoy de acuerdo con Jason.

Las palabras de Damian ocasionó que todos lo observaran con atención. Ninguno podía creer lo que el más joven decía y se rehusaban a aceptarlo. Incluido Jason, a quien le recorrió un leve pero desagradable descarga eléctrica por la espalda.

—Damian...

—Lo siento padre. Pero no tenemos muchas alternativas.

—No es lo correcto —secundó Dick Grayson.

—No. Es evidente que no lo es —intervino Jason—. Que sea lo mejor no significa que sea correcto.

Bruce negó con la intención de evitar las palabras de Jason y Damian, pero le resultaba imposible. Lo había pensado muchas veces. Primero con el Guasón, justo después de perder a Jason. Y luego con Víctor Zsasz, de quien era consciente que jamás dejaría a Mila mientras siguiera vivo.

Pero se negaba. Hacerlo lo volvería igual a ellos.

—Quieren tomar un camino fácil.

—No te pido que lo hagas. Yo lo haré —Jason suspiró sin dejar de ver a su padre—. Ese lunático está libre. No voy a permitir que lastime a...

—Tú no pelearas —soltó Bruce—. No serás parcial. Me lo acabas de demostrar.

—Bruce...

El hombre levantó una mano que indicaba silencio. Y Jason calló.

—Lo atraparé yo —dijo Bruce levantando la mirada—. Y si alguno se encuentra con Víctor, no lo maten. Quiero que me avisen inmediatamente.

—Padre...

—Tú también te quedas Damian.

El menor soltó un suspiro cargado de frustración y dando la espalda a todos se resignó a continuar dando vueltas por la baticueva.

—Déjame buscar a Víctor —Luego de un largo silencio, Jason había sido el primero en hablar. A pesar de la constante presión en su pecho, se negaba a salir del lugar sin aportar algo—. Prometí no matar. Lo he cumplido y lo seguiré haciendo.

SorrowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora