Tal vez no era usual en la mansión, pero ese día, los preparativos para Nochebuena abundaban por cualquier rincón.
Todo era dirigido por nada más y nada menos que Lyudmila Romanov, quien daba las indicaciones como si fuera la dueña de alguna fábrica y los demás eran los trabajadores que se limitaban a seguir órdenes.
—¡Dick! No puedes poner esa guirnalda. No combina con las demás.
La joven continuó caminando luego de asegurarse que sus indicaciones habían sido bien recibidas.
—¡Damian! El mismo adorno no puede ir a la par. Tiene que ser galleta de jengibre, copo de nieve, esfera, muñeco de nieve y bastón de dulce—enfatizó antes de seguir— No esfera, esfera, copo.
Una guirnalda a medio caer fue sujeta por Mila, quien la entregó a Bruce antes de dirigirse a la cocina. Por consecuencia, esa acción no le permitió escuchar a Damian resoplar y protestar por el sinfín de indicaciones que la joven no paraba de dar.
—Quisiera tener el mismo espíritu navideño —dijo Tim tratando de ignorar el sueño que hacía días le estaba cobrando factura— Damian —llamó luego de un bostezo— ¿Cómo se ve?
El aludido frunció el ceño en forma de disgusto al ver la única esfera de nieve que su hermano había movido en toda la mañana
—Así está bien —movió la mano como llamado— mejor ayudame con los regalos.
Pese a no celebrar con tanta euforia esas fechas, la mansión se encontraba perfectamente decorada, haciendo juego con los diferentes colores que hacían resaltar el lugar.
—Listo —mencionó Tim echándose hacia atrás— me siento cansado.
La mirada de todos cayó en el muchacho, quien yacía recostado en el suelo con los brazos extendidos como si fuera una estrella de mar.
—Pero solo cambiaste de lugar un adorno —exclamó Dick, siendo silenciado por Jason.
—Justamente por eso —suspiró Tim terminando por cerrar los ojos—. Rocé los límites de mi esfuerzo.
Intentando ignorarlo, llamaron a Mila, quien terminaba de sacar las galletas que había horneado junto a Alfred y éste último acomodaba las tartas en el refrigerador.
—Ya voy —exclamó intentando limpiar el delantal.
Al llegar, vio reunidos a todos los hombres del hogar. Parecían hablar sobre algo que no comprendía hasta que fue acercándose poco a poco.
—Mila —dijo Jason quien se había encargado de la limpieza.
—Todos hemos hablado —siguió Dick.
—Y queremos que tu pongas la estrella en el árbol —finalizó Damian desviando la mirada.
Fue inevitable esconder esa sonrisa que amenazaba con salir a flote. Tomó la estrella y se acercó un poco más al árbol.
Era enorme y el pino olía realmente bien, dando un toque de frescura y volviendo más acogedor el lugar.
La presencia de alguien más logró captar su atención. Bruce le sonreía, muy a su manera, pero lo hacía. Se inclinó frente a ella y le indicó que subiera a sus hombros.
—Peso demasiado —dijo la joven con el rostro rojo.
—Es cierto —esa fue la voz de Damian—. Las hamburguesas le están cobrando factura.
A pesar de la risa por parte de Mila, el más jóven no tuvo salvación del golpe que recibió en la cabeza por parte de quien había sido el primer Robin.
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Sorrow
Fanfic"Es irónico como las personas hacemos hasta lo imposible tratando de evitar el dolor y, es por lo que más pasamos en nuestras vidas" ═════════════════════ ≪ •❈• ≫ ═════════════════════ ATENCIÓN El fanfic que leerán a continuación es completamente...