Lo que en un inicio era una simple misión de ida y vuelta; se había convertido en una pesadilla sin retorno.
Sintió el sabor metálico acumulándose en su boca. Escupió la sangre sin importar donde caería; pero el dolor que arremetió contra él, lo obligó a desplomarse en aquel charco de su propia desgracia.
No sabía si la hinchazón en sus ojos era por los golpes o por las lágrimas que se acumulaban en ellos y no se atrevían a salir. Más que débil, se sentía impotente contra aquel monstruo; a quien no podía dejar de ver como arremetía aquella palanca contra su ya deteriorado cuerpo.
Observó a su mamá, quien no hacía más que desviar la mirada de todo lo que estaba sucediendo. Mientras encendía un cigarro con mucho pesar.
En ningún momento iba a negar que se sentía traicionado. Y cada golpe era un recordatorio de ello. Así como en el instante en que su propia madre le apuntó con un arma, entregándolo a manos de un loco despiadado.
Aquella palanca volvió a estrellarse contra él de una forma tan cruel. Un "crack" se hizo presente, seguido de un insoportable pinchazo en su costilla izquierda.
Volvió a escupir sangre. Pero a diferencia de los anteriores golpes, esta vez sintió escasa la falta de aire. Posiblemente porque uno de sus pulmones se estaba colapsando.
En ese momento cayó de boca contra el suelo, siendo este lo único que acaparaba su campo de visión.
"¿Será que hasta acá termina mi vida?", se atrevió a reclamarse en su mente. Y, aunque muy en el fondo se esperanzaba a decir que no; el metal chocando contra su piel, por lo roto que se encontraba el traje, era más que suficiente para que todas sus esperanzas se desvanecieran poco a poco.
Una estruendosa carcajada resonó por enésima vez en el lugar. Aquella escalofriante y repugnante risa llegó a sus oído, recorriendo cada fibra de su cuerpo. Era tan seca, e irónicamente tan áspera y aguda a la vez. Extremadamente chillona y horripilante.
Sintió una descarga eléctrica que lo dejó helado por segundos. Era el miedo. Y era el temor a perderlo todo.
—Vaya. Eso parece que dolió.
Esa estúpida voz llegó a sus oídos nuevamente; seguida de un golpe con la palanca que terminó por reventarle el pómulo derecho; desvaneciendo por completo sus fuerzas para pelear y salir de ahí.
Aquel payaso se jactaba de cada golpe que le había propinado a aquel chico en el suelo que se encontraba casi muerto.
La imperceptible luz del lugar, era suficiente para ese psicópata que no dejaba de estampar con emoción esa barra de metal, contra la espalda del muchacho. Y se mofaba de cada chapoteo de sangre que terminaba esparciéndose por toda la caseta, como si de una obra de arte se tratase.
—Eso parece que dolió más, —se burló con tranquilidad.
En esos momentos, Jason se encontraba boca arriba, dándose el lujo de poder dar paso a pequeñas bocanadas de aire.
Se preguntó nuevamente si lo que estaba viviendo en ese instante era un castigo de todo lo que sus padres hicieron o si era el fin para todo su sufrimiento.
Por un segundo pensó en Bruce. Con aquel padre con quien se sentía seguro. Seguido de Alfred, quien le preparaba su comida favorita cada vez que podía. Y su hermano mayor, Dick, quien lo cuidaba como si fuera un bebé, cada vez que llegaba a la mansión.
No. Se dijo a sí mismo.
Se negaba a perderlo todo.
Se negaba a perder la felicidad por la que tanto luchó y estaba a un borde de perder.
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Sorrow
Fiksi Penggemar"Es irónico como las personas hacemos hasta lo imposible tratando de evitar el dolor y, es por lo que más pasamos en nuestras vidas" ═════════════════════ ≪ •❈• ≫ ═════════════════════ ATENCIÓN El fanfic que leerán a continuación es completamente...