Por inercia, Jason se movió al sentir como trazaban caricias sobre su cuerpo. El cansancio de la noche anterior le impedía abrir los ojos para averiguar de quien se trataba. Lo único que quería era seguir durmiendo.
—Jason, —murmuró la voz de una mujer—, despierta.
Nuevamente sintió como su pecho era palpado por carisias. Sin embargo, pese a la curiosidad, aún se negaba a abrir los ojos y reconocer de quién se trataba. No solo sentía que la cabeza le iba a explotar en cualquier momento; se veía incapaz de tan siquiera hacer el intento de respirar.
—Jason.
El nombrado se removió con incomodad, tratando de ignorar aquella voz.
—Jason.
Cansado de la insistencia de esa mujer, el muchacho abrió los ojos lentamente. Con un resplandor opacando su visión, se limitó a soltar un sonoro bufido.
—Talia, —fue lo único que pudo decir con el entrecejo fruncido cuando pudo ver de quien se trataba.
Sin comprender que hacía junto a esa mujer que una vez creyó amar, percibió como sus labios hacían presión sobre él. Ni siquiera pudo sentir un rastro de emoción que resultara agradable. Era diferente. Hasta el punto de sentirse repulsivamente asqueroso. Como si hubiera tocado basura. Aunque se equivocaba, la basura era más agradable.
Con un empujón nada suave la alejó de él y observó hacia el techo como si fuera lo más importante. Repasó la habitación con desconfianza y tomó asiento sin siquiera mirar a la mujer.
— ¿Q-qué hago acá?, —el muchacho de cabellos negros se llevó una mano a la cabeza en un intento de mitigar aquel dolor insoportable.
La mujer, nuevamente se acercó y comenzó a repartir besos en el cuello de Jason, como si estuviera necesitada de la compañía del joven.
Nuevamente, Jason se apartó bruscamente sin siquiera verla. Aunque la cabeza y el cuerpo le dolían, se encogió al lado contrario de la mujer, sintiendo nada más ni nada menos que repugnancia hacia la presencia de ella.
Los brazos de la mujer rodearon su torso desnudo y una vez más, de manera posesiva, comenzó a dejar un rastro de besos sobre el pecho de Jason.
—Talia, —de manera cansada, sujetó las manos de la mujer y las desenredó de su cuerpo sin importarle lo tosco que estaba haciendo. Incluso podía decirse que le era placentero tratarla de esa forma—, quítate. Me das asco.
Seguido de un pinchazo interno en su cabeza, Jason no comprendió la extraña razón de que aquel recuerdo volviera a su mente. El día en que creyó que podía ser feliz y se había entregado en cuerpo y alma a Talia al Ghul. Aunque después de tanto tiempo, se había vuelto consciente que todas esas caricias fueron producto de manipulación y, todos esos besos que se perdieron en el nunca más.
Después de todo, ella era el génesis de esa hostilidad que Jason sentía hacia Bruce Wayne. Y el joven lo sabía; pese a ello, era difícil borrar cada palabra y disipar la rabia que sentía a su padre.
Aun se encontraba atrapado entre lo que quería ser y lo que los demás esperaban de él.
—Aléjate de mí, —con un tono de voz más fuerte, empujó a la mujer y harto de la situación, levantó la mirada únicamente en busca de la salida mientras comenzaba a ponerse ropa.
— ¿A dónde vas?
—Lejos de ti, —se abstuvo a responder sin siquiera dirigirle la mirada.
—Así que ahora, todas las noches que pasamos juntos son una aberración para ti.
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Sorrow
Fanfiction"Es irónico como las personas hacemos hasta lo imposible tratando de evitar el dolor y, es por lo que más pasamos en nuestras vidas" ═════════════════════ ≪ •❈• ≫ ═════════════════════ ATENCIÓN El fanfic que leerán a continuación es completamente...