Ya era hora de la comida y llegué a la cafetería, alterada. Me senté en mi lugar habitual, junto a mi mejor amiga.
- ¿Qué fue lo que te tomó tanto? ¿Volviste a comer frijoles? -me preguntó Jinsol.
Jeong Jinsol es mi mejor amiga. Bueno, en ese tiempo ella era mi única mejor amiga, hasta que conocí a Yeojin y nos volvimos el trío dinámico. Sonaba auténticamente preocupada.
- ¡Jinsol! Dijiste que no volverías a mencionar ese incidente.
Se encogió de hombros.
-Discúlpame por preguntar, pero de verdad tenías mala cara en clase de la señora Lee. Y te perdiste dos clases, Wonnie.
-Jin, estoy bien. Estoy perfectamente.
-Si estás tan bien, ¿por qué saliste tan deprisa de la clase?
-Ya lo dije: eran mis alergias.
- ¿En junio? -Jin alzó una ceja. -Chae, tus alergias se manifiestan, no sé ... en marzo o abril.
- ¡El cambio climático afecta incluso en mis alergias, Jinsol! -dije alzando las manos y abriendo desmesuradamente los ojos. Seguro que parecía una loca con ideas conspirativas, pero no quería darle explicaciones a nadie.
Jinsol solo apartó la mirada, avergonzada. Estaba roja como un tomate y tenía una sonrisita que trató de ocultar con la mano durante el segundo que duró. Luego, se puso muy seria y me dijo.
-Wonnie... tienes... desabrochada... bueno, se te ve el sostén. -me dijo, con toda la seriedad que fue posible.
Volteé a verme. Qué idiota debía verme. Se me subió el calor al rostro y me abroché inmediatamente la blusa. Luego, volteé a un lado y hacia el otro para cerciorarme de que nadie más lo había visto.
- ¿Hay algo que me quieras contar, Wonnie? -me preguntó Jinsol. Estaba sonrojada igual que yo, pero sonreía.
-No. – le espeté frunciendo el ceño tanto que mis ojos debían verse como una "B" horizontal. -Porque no ha pasado nada, Jin.
- ¿De verdad esperas que me crea lo de tus alergias tardías, Park Chaewon? ¿Debo recordarte que iré a Stanford?
-Jinsol, -la tomé de los hombros. – supongamos que de verdad ha pasado lo que tú crees... ¿con quién, en esta escuela, habría pasado?
Soltó un largo 'mmmmm' mientras se ponía un dedo en los labios, pensando. Era todo un cliché. Frunció la nariz, parecía de verdad determinada a averiguarlo. Finalmente, se encogió de hombros.
-No tengo idea, Wonnie. Es decir... hay chicos guapos y todo, pero... nadie de tú interés.
-Ahí está. -dije asistiendo, satisfecha de mí misma. -Sabes que nadie podría hacer que antepusiera hormonas a neuronas, Jin.
-Resulta difícil de creer, Wonnie, pero he visto la devoción que sientes hacia el estudio y...bueno. -Se encogió de hombros.
-Simplemente no podía respirar bien y me desabotoné la blusa, es todo. -le dije para calmarla.
Ella puso los ojos en blanco, no por mi respuesta, sino por el cuchicheo que se escuchó en la cafetería.
-Oh dios, aquí viene.
Volteé y vi a Hyeju entrar con aire triunfal, dándose palmadas en el hombro con los deportistas y lanzando unos cuantos guiños hacia las chicas y chicos que babeaban por ella. Dios, esta chica parecía más famosa que su madre.
- ¿Por qué siempre tiene que actuar como una rockstar? ¡Es solo una estudiante de bachillerato normal! Te apuesto a que su apestosa banda terminará tocando en bodas de gente que se casa por tercera vez y eso.
Yo solo me dediqué a juguetear con un palito de apio que Jin tenía en su plato.
- Es decir, ¿alguna vez alguien la ha visto tocar? Por lo que sabemos, podría cantar peor que la chica del Ken Lee. -continuó ella. -Y ese bajo tan estrafalario que tiene... pfff, ¡es un bajo, por dios! ¡A nadie le importa los bajos!
Tal vez era una paranoia mía, pero tenía la sensación de que alguien me miraba atentamente. Alcé la mirada y vi que Hyeju me observaba con atención y luego cuchicheaba algo con los chicos del equipo de fútbol. Ellos asintieron y empezaron a secretearse. Notaron que los estaba mirando también y trataron de ser más discretos, pero era más que obvio que hablaban de mí. Rolé los ojos. Lo único que me faltaba era que Hyeju presumiera con sus descerebrados amiguitos, que casi le había metido mano a la prudentes Princesa Gowon. El pensamiento me daba un regusto amargo y resoplé, enojada.
- ¿Qué pasa? -me preguntó Jin, preocupada.
- Nada. -mentí. Me concentré en retirar la tapa de un yogur griego que Jin me había comprado.
- No te estará molestando, ¿o sí? -me preguntó en voz bajita y me puse tensa. - ¿Se ha comportado durante los días que trabajaron juntas?
-Claro. -respondí y chupé la cuchara.
-Me dirías si se supiera rara, ¿verdad?
-Claro. -mentí por segunda vez. No podía decirle a mi mejor amiga que Hyeju ya se había puesto rara.
Y mucho menos que me encantaba, y la odiaba por eso.

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Cherry Popper | Hyewon
Ficção Geral[AU] Park Chaewon es la presidenta de Blockberry Creative, una importante cadena comercial de golosinas, quien hace declaraciones homófobas en estado de ebriedad. Cuando esto afecta la imagen de su compañía, ¿qué desesperada acción puede cometer ell...