Hojeé la revista muy despacio, temiendo maltratarla o peor aún, temiendo hacer demasiado ruido y atraer la atención de alguien, incluso si me encontraba sola por completo, pero sentía que todos los sonidos estaban amplificados y que alguien vendría corriendo para señalarme con el dedo.
El artículo principal abarcaba varias páginas de la publicación, o más bien, el artículo era de unas cuatro páginas, cuya mitad estaba cubierta por fotografías sugerentes de Hyeju junto con otras muchas páginas más. En ellas Hyeju posaba en ropa interior o usando alguna camiseta y zapatos deportivos con un par de boyshorts que en ella se veían mucho más sugerentes que cualquier conjunto de encaje. Yo nunca la había visto en encaje, ni con liguero ni usando nada que no estuviese hecho de algodón, y sí la había visto usando boyshorts antes, pero no sólo de frente como en esa revista, sino también caminando de espaldas a mí, dejándose todo a la vista.
Suspiré, pasando las hojas y deteniéndome en cada una de las fotos más tiempo del que en realidad hacía falta. Me puse a pensar en cómo lucía Hyeju en esa pasarela, con la imagen tan clara como si la hubiese visto un momento antes. Cerré los ojos y apreté la revista entre mi mano, desabrochándome el pantalón, aventurando mi mano libre dentro.
Comencé a tocarme de la misma forma en que ella me tocaba, dudando al principio, pero ganando confianza al pasar los segundos. Estaba más húmeda de lo que había estado en años, más que con cualquiera de los chicos con los que salí en mis años de universidad y estaba muy cerca de...
Toc, toc, toc...
— ¡Mierda! —hundí la cara en la almohada que tenía más cerca, ahogando un grito de frustración, no sólo por haber sido interrumpida, sino por darme cuenta apenas de que me estaba masturbando con fotografías de Hyeju en una revista FHM.
Toc, toc, toc, toc, toc...
El toque era impaciente y bastante fuerte.
— ¡Sí, sí, ya voy!
TOC, TOC, TOC
— ¡QUE YA VOY, CON UN DEMONIO! —grité subiéndome la cremallera y pasándome la mano por el cabello, frustrada. Abrí la puerta dispuesta a cerrársela en las narices a quien estuviese molestando. — ¡¿Qué?! Ah... Hola.
Jimin estaba frente a mí, visiblemente molesto. Tenía los labios apretados y sus ojos parecían un par de rendijas.
—Papá me dijo que debía venir para ayudarte a empacar y llevarte a casa.
—Ah... Sí. Esto... Yo ya he terminado de empacar, ¿quieres pasar?
Mi hermano entró y miró alrededor con gesto aburrido. Se fijó en mi mano y la señaló.
— ¿Qué es eso?
Mierda. Aún tenía la revista fuertemente aferrada, hecha un rollo en mi mano. La aventé de inmediato como si me quemara y cayó sobre la cama de Yeo.
—Ah, nada.
— ¿Es una FHM?
—No, no lo es... Jimin, ¿vas a seguir enojado conmigo toda la vida?
—No lo sé. —alzó las manos. —Dímelo tú. Eres la que no me ha dirigido la palabra en meses aun cuando eres la culpable de tu propio enojo.
—Sí, sí, ya vale, lo acepto. Estaba enojada porque no esperaba ver... eso en la pasarela y me tomó por sorpresa.
— ¿Y por eso tenías que desquitarte conmigo?
—No, Jimin, yo... —me tapé la cara con las manos. —Te amo y me siento idiota por haberme portado así contigo.
— ¿Te sientes idiota por portarme idiota conmigo?
—Sí, supongo.
—No podía decirte nada, y lo sabes. —puso los brazos en jarras. —No creo ser el primer Park en herir a alguien con tal de seguir siendo fiel a sus intenciones, ¿verdad?
— ¿Qué se supone que quiere decir eso?
—Nada, olvídalo.
—No, dime.
—Nada, y no me preguntes ya, ¿vale?
Su mirada era resuelta, determinada y preferí respetar.
—Está bien. —me froté las manos con nerviosismo. —Tú... ¿Trabajas con Hyeju?
—A veces. —respondió con sequedad.
— ¿Y cómo está?
—Bastante bien. —Él seguía con los brazos cruzados y sonrió, pero no había nada de calidez en esa sonrisa. —Digo, tiene veintidós años y es millonaria, guapa y tiene un novio guapísimo. Creo que no podría estar mejor.
—Bien. Me alegra. —Respondí, pero una pequeña parte de mí, la más egoísta, no se alegraba. Sabía que Hyeju salía con Hwang Hyunjin, un modelo coreano cotizadísimo, pero por alguna razón se sentía mal saberlo. Creo que no eran celos, sino más bien algo así como añoranza.
Él asintió y señaló hacia una esquina en la que tenía unas maletas.
— ¿Esto es todo lo que te vas a llevar?
—Sí. Bueno tengo otras cosas más, pero...
En ese momento Yeojin entró dando un portazo.
— ¿Te puedes creer que he suspendido con esa vieja zorra de Kim Taeyeon? Esto es una mierda, yo... Hey, ¿por qué demonios hay una FHM sobre mi cama?

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Cherry Popper | Hyewon
Aktuelle Literatur[AU] Park Chaewon es la presidenta de Blockberry Creative, una importante cadena comercial de golosinas, quien hace declaraciones homófobas en estado de ebriedad. Cuando esto afecta la imagen de su compañía, ¿qué desesperada acción puede cometer ell...