No recuerdo mucho de la ocasión, sólo que en ese momento sonaba música pegajosa y sensual, que vendría siendo el equivalente a The Weeknd en aquella época. El lugar no estaba particularmente lleno, aunque esto no era nada raro considerando el tipo de evento que se celebraba. Había recibido la invitación un par de meses antes y nunca sentí interés hasta que Jimin dejó escapar que estaría ahí y lo nervioso que se encontraba... Claro: ser residente en realidad significaba que todos los días llevaba una charola con frapuccinos de Starbucks y cosas por el estilo, además de convertirlo en una especie de perchero humano, pero a él no le importaba y seguía divagando acerca de lo importante que era esto para su futura carrera.
Caminé con las manos en los bolsillos mirando alrededor como un pequeño cachorro deslumbrado, a ratos bajando la vista para observar mi propia vestimenta... Rayos, igual y debí preguntarle a Jimin antes de llegar, pero es que no me había interesado hasta que me encontré sin nada más que hacer. Justo pensaba que tal vez no tenía caso haber ido, ya que no hallaba ni rastro de mi hermano por más que buscase, cuando le vi caminar frente a mí con un montón de ropa en las manos y una paleta de caramelo en la boca. Su expresión al divisarme fue cómica: pareció atragantarse un poco con su propia saliva y casi deja caer todo lo que llevaba en brazos, pero me adelanté para ayudarlo.
—Con cuidado. —dije con una débil sonrisa, quitándole la paleta de la boca.
— ¡¿Wonnie?! —preguntó abriendo los ojos como un loco.
— ¿Sí? —retrocedí un poco, de forma involuntaria.
— ¿Qué rayos haces aquí? —luchó por acomodar su valiosa carga y me apresó el brazo con una mano que parecía una garra, llevándome hacia un lado para que no obstruyésemos el camino.
—Me lastimas. —dije sacudiéndome de su agarre. —Dios, pensé que te habías vuelto más delicado, ¿así tratas a las modelos?
—No, así trato a mi hermana que se aparece en un evento en el que soy colaborador, sin decirme nada. —inhaló antes de preguntar. — ¿Por qué estás aquí?
—Blockberry Creative está invitado. —dije con el ceño fruncido y tono de saberlo todo. —Por el Sweet and Sour Runway, ¿recuerdas?
—Sí, Blockberry Creative... ¿dónde está papá, entonces? —preguntó tratando de mirar por encima de mis hombros.
—Papá no está aquí, Jimin, no seas tonto. Ya sabes que a lo sumo llega para saludar a la gente, pero está de viaje. —puse los ojos en blanco. — ¿Inhalaste pegamento? ¿O por qué estás actuando tan raro?
—No, yo... —se pasó la mano por el cabello, despeinándose un poco. Seguro que en un rato más se llevaría una regañina por eso. —No era necesario que vinieses, Chaewon.
—Eso ya lo sé. Vine porque no tenía nada mejor por hacer. —me crucé de brazos. — ¿Por qué tengo la impresión de que no me quieres aquí?
—No es eso, es que... —alzó la mano y pareció querer añadir algo más pero sólo apretó los labios y resopló con desesperación. —Mierda, no pensé que de verdad vinieses.
—No pensé que fuese una orden. —me encogí de hombros.
—No fue una orden, es sólo que... Joder. Realmente no puedo decirte nada más, Wonnie. Lo echaría a perder todo.
—Te estás portando muy raro y sabes que no dejaré el asunto...
—Está bien, quédate.
—Eso pensaba hacer.
Se mordió el labio inferior, de una forma infantil que no le había visto en años.
—Igual y estoy un poco paranoico.

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Cherry Popper | Hyewon
General Fiction[AU] Park Chaewon es la presidenta de Blockberry Creative, una importante cadena comercial de golosinas, quien hace declaraciones homófobas en estado de ebriedad. Cuando esto afecta la imagen de su compañía, ¿qué desesperada acción puede cometer ell...