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Estaba en el recibidor, estrujándome la ropa, impaciente. Aún tenía el cabello húmedo, pues acababa de bañarme y me había vestido a conciencia. No tenía ni idea de cómo se suponía que debía recibir a Chaewon, pero al menos quería lucir bien en su presencia.

-La señorita Park Chaewon está aquí. -anunció alguien por el intercomunicador.

Me paré enseguida, como si mi asiento estuviera caliente. Tragué saliva y me alisé el vestido. Segundo después, la puerta principal se abrió y Chaewon estaba ahí.

Sencillamente, se veía hermosa: usaba vestido azul marino con pequeños lunares blancos, y encima un cárdigan blanco cubriéndole los hombros, lo que hacía resaltar su cabellera menta, recogida en una trenza perfecta. En las manos llevaba una bolsa de papel.

-Creo que es la primera vez que te veo sin uniforme. -comentó ella primero. Instintivamente, me miré.

-Bueno... no. Hemos coincido en otras ocasiones, aunque creo que es la primera vez que lo notas. -dije, observándole sin miramientos. De un momento a otro, estábamos ambas cohibidas. Decidí romper el silencio incómodo que se había formado. -Ven, es hora de que conozca a Mina.

Chaewon lucía algo nerviosa y recordé que mi padre era algo así como una personalidad en el mundo empresarial. Probablemente por eso había aceptado la invitación.

Mi madre estaba de espalda, mirando hacia el comedor y terminando una llamada en francés. Se volteó en cuando nos escuchó llegar, algo que nunca comprendí como lograba por sigiloso que fuera uno al caminar.

-Ah, -dijo mirando a Chaewon con interés. -la señorita Park, en persona.

Le tendió la mano y ella la estrechó.

-Son Mina Sharon III, encantada. He escuchado que es usted una alumna ejemplar.

-Park Chaewon. -respondió ella sonrojándose.

-Pedí a Hyeju que la invitara a cenar esta noche, en agradecimiento por haber sido de tanta ayuda para ella. Aunque cualquiera que logre enseñarle de economía merece más bien un monumento.

Chae soltó una risita y yo apreté los puños.

He de admitir algo: Mina podía ser encantadora, cuando se lo proponía. Al parecer, esa noche se había propuesto ser extra encantadora, y eso se notaba en la forma en que Chaewon la miraba. Probablemente era la reacción que yo tendría al conocer a alguno de mis cantantes favoritos. Era en esas ocasiones que me quedaba claro qué había visto mi otra madre en ella.

Hubo un momento en el que Mina miró fijamente a Chaewon.

-He oído que estás interesada en tomar las riendas del negocio familiar cuando su padre se retire.

Ella pareció confundida y alzó su vista del plato.

- ¿Sí? ¿Dónde escuchó eso?

Ella soltó una risilla mientras comía con despreocupación.

- Park Jaebeom me ha hablado de la hija tan persistente que tiene, en más de una ocasión.

Chae frunció el ceño, pero parecía sorprendida. Mina se apresuró a aclarar.

-No pensará que sólo hablamos de negocios cuando coincidimos en fiestas, ¿o sí? -dijo alzando las cejas. -Me parece loable que persiga usted con tanto ahínco su objetivo. Aun cuando su padre no se lo ponga nada fácil.

-Él... insiste en que Jimin, mi hermano, debe ser el que tome el mando de Blockberry Creative.

- ¿Por qué tiene esa idea?

Cherry Popper | HyewonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora