— ¿Tuviste problemas en la pregunta cinco?
— ¿Es una broma? No importa cuántas veces haya practicado esa síntesis, siempre seguirá haciendo que quiera golpearme la cabeza contra el escritorio.
Jinsol y yo estábamos removiendo el contenido de nuestros platos sin mucho interés, enfrascadas en una sesión de mortificación auto-infundada después de un examen. Era una estupidez, si lo pensabas bien, ya que al final terminábamos por obtener notas máximas y suspirando de alivio bajo la mirada hastiada de todos aquellos que ya sabían el resultado.
Estábamos siendo dramáticas como era nuestra costumbre, gesticulando de más y poniendo cara de consternación hasta que Jinsol se interrumpió a mitad de una perorata acerca de lo difícil que se le hacía el último tema de la unidad, para voltear a ver al frente. Su expresión se endureció y yo callé, mirando hacia el mismo lugar.
Hyeju estaba frente a la mesa que ocupábamos y sin decir nada más, se sentó de golpe.
— ¡Hola, Chaewon! —dijo con una voz demasiado ensayada. A mi lado, Jinsol me miró de reojo haciendo una mueca y alzando las cejas.
—Eh... hola, Son. —respondí tímidamente con un asentimiento de cabeza.
— ¿Sabes? Pasaba por tu mesa y de repente, no lo sé, me entraron ganas de seguir estudiando economía... bueno, es que desde entonces siento que puedo comprender mejor a...
—No recuerdas nada, ¿verdad? —concluí cruzándome de brazos.
— ¡Pero qué dices! ¿Acaso crees que tengo tan mala cabeza como para olvidar...? —fruncí los labios y la miré inquisitivamente. Esto la hizo alzar las manos en rendición. —No recuerdo una mierda.
— ¿Sabes que tenemos un examen esta semana?
—Si no lo supiera no estaría pidiéndote ayuda una vez más. —puso los ojos en blanco. —Está bastante claro que no estudio una asignatura tan aburrida sólo por puro gusto.
— ¿Por qué te preocupa tanto? Con el trabajo que entregamos podrías aprobar por poco, pero aprobar, al fin y al cabo.
— ¿Hola? ¿Acaso ya te olvidaste que Mina y el profesor son amigos, o novios, o yo qué sé? No quiero tener a mamá molestándome porque suspendí un estúpido examen de su amada y cochina economía.
Me desconecté de la conversación por un segundo, tomando nota mental del aspecto de Olly: ese día lucía ligeramente desaliñada, y observé que a pesar de haberse cortado el cabello hacía no mucho, el flequillo le estaba creciendo muy rápido y de seguro no tardaría en caer desordenado sobre sus ojos otra vez. Sus manos estaban sobre la mesa, extendidas y observé que en uno de sus dedos había una bandita con dibujitos de Hello Kitty estampados.
—Hey, Chaewon. —alguien chascó los dedos muy cerca de mi cara y di un respingo. Enfrente de mí, Hyeju me miraba con preocupación mientras Jinsol ponía una cara rara a mi lado, aún con su mano enfrente de mí.
—Te estaba diciendo que tal vez si volvemos a estudiar lo vaya recordando todo... ¿te sientes bien?
—Sí. —arrastré la 's', como si acabara de despertar de una larga siesta.
—Bueno, ¿entonces?
— ¿Entonces qué? —pregunté con genuino desconcierto.
— ¿Vas a ayudarme o no?
—Yo... sí, por supuesto. —parpadeé varias veces en confusión.
—Excelente. —Hyeju suspiro de alivio. —Te compraré un kilo de helado para ti sola.
—Ugh, no. —murmuré al recordar el sábado anterior. —Te veré mañana en la biblioteca al terminar la última clase.
Me dio una de sus sonrisas que parecían opacar al sol.
—Ahí estaré. —y se levantó para ir corriendo a sentarse con sus amigos.
Una vez que se marchó, Jin me miró con una suspicacia poco característica de ella.
—Deja de mirarme así. —le rogué con la voz y la mirada.
—Será difícil, dado lo mucho que me intriga este extraño comportamiento que manifiestas en presencia de cierta persona de apellido Son. —ella sabía que detestaba las miradas evaluadoras, pero incluso pareció estarlo haciendo a propósito.
—No hay razón para mirarla de mala forma, recuerda que me salvó de lastimarme al caer.
—No, es distinto. —uno de sus dedos estaba sobre su labio inferior. —Si pudieras verte a ti misma sabrías a qué me refiero.
A regañadientes me llevé varios trozos de comida a la boca, con la esperanza de que esto fuese pretexto suficiente para no seguir hablando del tema, pero por supuesto uno no podía subestimar la inteligencia de Jinsol así nada más.
— ¡Y saliste con ella! ¡Sin ningún motivo, sólo para pasar el rato, y ya! —me dijo como si fuese algo incomprensible.
—No es... —hice una pausa prolongada para aparentar que estaba ocupada masticando y tragando, pero en realidad pensaba de qué manera decir lo siguiente sin sonar demasiado sospechosa. —Tan desagradable como piensas.
Jinsol soltó un resoplido, como si no pudiese creer lo que escuchaba.
— "¿Como yo pienso?" Chae, tú eras la primera en poner mala cara cada que se aparecía enfrente tuyo.
—La gente puede cambiar de opinión. —dije restándole importancia.
Yo estaba comenzando a sudar, y esto poco tenía que ver con el clima, que era más bien templado y agradable en ese momento, teniendo mucho qué ver en realidad con la pequeña inquisición a la cual estaba siendo sometida.
—Te haré una pregunta y quiero que me digas la verdad.
Eso no sonaba nada bien. Volteé a verla, aun dando pequeños mordiscos a mi comida, fingiendo que todo estaba de lo más normal, pero preparada para atragantarme en cualquier momento. De repente sentía la boca pastosa, como si estuviese comiendo cartón.
—Dime.
Se humedeció los labios, desviando la mirada y picando su ensalada con el tenedor y apuntó con la cabeza hacia donde estaba Hyeju sentada con sus amigos deportistas. Parecía estar contando una anécdota, porque hacía gestos exagerados y se reía mucho, contagiándoles su diversión a los oyentes, que terminaron prorrumpiendo en carcajadas. Vi cómo Jin arrugaba la frente en expresión consternada.
—Ni siquiera sé cómo preguntarlo, esto es tan incómodo. —suspiró con los ojos cerrados, y cuando volvió a mirarme parecía pedirme disculpas. —Tú... ¿ella y tú no...?
Los engranajes en mi cabeza comenzaron a trabajar, rápidamente deduciendo por dónde iba su pregunta.
— ¿Qué? ¡No! —respondí de inmediato y de repente sentí ganas de vaciar todo el contenido de mi estómago en el basurero más cercano, pero logré mantener la postura.
Jin cerró los ojos y exhaló de manera cansada.
— ¿Sabes? Yo... —tragó saliva. —Supongo que me siento un poco... desplazada. Es decir, ahora me entero de que ella y tú son amigas y...
— ¡Jin! —la interrumpí, sorprendida por su torrente de palabras. —Pero qué estás diciendo... es obvio que no tienes por qué sentirte así.
—Oh, ¿de verdad es obvio? —preguntó alzando una ceja e hice una mueca.
—Pues claro que es obvio. El hecho de que Hyeju y yo estemos congeniando no es razón para que te sientas así. Si no menciono nada de ello es porque sé que no te agrada mucho.
—Pensé que a ti tampoco te agradaba mucho. Y no estoy diciendo que esté mal que hayas cambiado de parecer, pero es... sorpresivo.
—Puede llegar a ser divertida. —dije volviendo a mirar hacia su mesa, donde todos sus amigos reían.
—Supongo... si tú lo dices. —dijo al fin y me sonrió. Yo le devolví la sonrisa y seguimos conversando acerca de cosas sin importancia.

ESTÁS LEYENDO
Cherry Popper | Hyewon
Fiksi Umum[AU] Park Chaewon es la presidenta de Blockberry Creative, una importante cadena comercial de golosinas, quien hace declaraciones homófobas en estado de ebriedad. Cuando esto afecta la imagen de su compañía, ¿qué desesperada acción puede cometer ell...