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— ¿Esta noche, dices? No, tengo algo que...

—Park Chaewon, ¿se puede saber qué pasa? Hace días que me vienes con la misma cantaleta.

—Pues es que es verdad, he estado ocupada. —traté de convencer a Jin pero yo ya sabía que ella no quitaría el dedo del renglón por nada del mundo así que ahora estaba castigada y tendría que soportar su insistencia.

— ¡Chris está de viaje! Debes tener por lo menos un día libre o tal vez dos. No has dejado de decir que no tienes ni un minuto libre y hasta parece que procuras terminar la llamada lo más pronto posible. —insistió ella.

—Precisamente porque Chris está fuera es que estoy poniéndome al corriente con unos asuntos que...

—Chaewon. —me dijo con voz cortante y un resoplido de cansancio. —Me estoy empezando a hartar de esto, ¿sí? No nos vemos tanto, sabes que la que tiene más tiempo para perder es Yeojin, pero no nosotras.

—La próxima semana. —le prometí suplicando que eso la tranquilizara. —Chris ya estará de vuelta, pero de verdad, la próxima semana sin falta nos veremos las tres, ¿te parece?

—No, no me parece, pero ¿tengo otra opción? —Jin no era alguien que perdiese el temple con facilidad, y por eso era casi increíble que en su voz se notara la molestia. —Debo irme, mi hora de comida casi acaba.

—De verdad, la semana próxima. —repetí.

—Sí, sí, sí... —sonaba irritada y debí darme cuenta que tramaría algo. Jin era una persona muy paciente, pero hasta ella tenía límites y Yeojin... bueno, es Yeojin.

Para cuando terminó la llamada yo estaba aplastada en mi asiento en una posición muy poco favorecedora. De seguro lucía como un malvavisco a medio derretir, con un aspecto bastante pobre y poco digno y así me sentía. Las noches que pasaba con Hyeju no eran como nada que hubiese experimentado con Chris ni con nadie más y me estremecía pensar que era por la persona con la cual pasaba esto. Tal vez debí haber accedido a salir con Yeojin y Jinsol para calmar un poco su suspicacia... Pero cada día me resultaba más difícil seguir haciendo malabares entre mi trabajo y todas mis relaciones interpersonales.

Quería estar con Hyeju pero también alejarme de ella. Quería poder hablar con mis amigas y decirles la verdad, pero a la vez la idea me asustaba. Quería cosas que en mi mente creía que no podían ir juntas y era agobiante.

Puse mi mayor empeño en apartar todo aquello de mi mente; Olly estaba por a verme y eso era todo lo que importaba en el momento. Para cuando la escuché llegar me abalancé sobre ella, ansiosa. Pensar que la fecha de regreso de Chris estaba tan cerca había provocado ese efecto en mí y no tenía planeado desperdiciar nada, porque combinado con la avidez que sentía cuando mis manos se posaban sobre la piel desnuda de Hyeju constituía una mixtura insólita. Ni siquiera lograba pensar en un desiderativo adecuado para describir todo lo que me provocaba verle y sentirle al mismo tiempo. Era como dejar de ser la Chaewon racional y circunspecta y pasar a ser una totalmente nueva a la que sólo ella y yo conocimos de forma breve en aquellos días del instituto, la Chaewon que podía ser natural y llana sin detenerse a pensar demasiado.

Hyeju avanzaba a trompicones todavía sosteniéndome por las piernas y sin poder ver muy bien hacia dónde iba, pero alcanzó a dejarme sobre la cama y comenzó a desvestirse enseguida. Yo me quedé observando la tarea con deleite mientras le ayudaba, poniendo una pequeña, por poco invisible sonrisa de satisfacción. Estaba tan inmersa en el momento que casi me permití ignorar que alguien tocaba la puerta con insistencia.

Me incorporé a medias y volteé, parpadeando varias veces como cuando sales a la luz después de haber estado en la penumbra. Estaba encima de Hyeju y sólo atiné a mirar el reloj que estaba en la mesita de noche. Eran las 7:45 y no esperaba a nadie, pero tenía una idea de quién podía ser.

Cherry Popper | HyewonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora