Todavía no sé cómo me convencieron de esto.
Levanté mi maleta y me la eché al hombro, al tiempo que alguien se tropezó conmigo y me hizo trastabillar. Terminé agarrando al ofensor por el cuello de la chamarra, pero las chicas del equipo me impidieron matarlo.
— ¿Por qué no te fijas, idiota? —tanta gente reunida frente al autobús escolar me estaba estresando, y el día tan caluroso no ayudaba en nada para mejorar mi humor.
— ¡Lo siento! —el chico se disculpó mil veces.
— ¡Por última vez, acomódense y dejen de empujarse! —gritó el entrenador, sobresaltándonos.
—Woah, woah... tranquila. Guarda un poco de pasión para la competencia, Son. —me tranquilizó Yerim mientras Haseul me agarraba tan fuerte que me sentí como una muñeca de trapo.
Le di un empujón al chico, haciendo que casi se fuera de bruces al suelo, pero ni siquiera protestó y se apartó, sin dejar de disculparse y con la cara roja. Los otros novatos que estaban cerca tomaron distancia y me miraban con cara de susto.
—Ya, ya... estoy tranquila, ¿ves, Haseul? —le dije a mi compañera alzando las manos. Haseul me dio una palmadita en la espalda, haciendo que se me doblaran las rodillas.
—Rayos, Son, si ibas a estar así de amargada mejor no hubieras aceptado ir a las nacionales
—Es broma, sabes que sin ti nos harían polvo.
—Supongo que es un pequeño precio que hay que pagar con tal de no hacer el ridículo. —suspiró Yerim. — ¡Oigan, no se metan con Son, tiene el SPM!
— ¡No tengo el SPM!
—No te pongas así, en poco tiempo estarás de vuelta con tu novia.
— ¡No es mi novia!
Cuando les anuncié que estaría recibiendo tutorías de Chaewon, el equipo de atletismo no dejó de molestarme con ello. Ni el de futbol, ni el de soccer, ni ninguno en el que tuviera conocidos, pero ahora que había vuelto a las pistas, mis compañeras estaban insoportables. Sobre todo después de ver mi arranque de celos ese día en que me presentó a su hermano. Y odiaba admitir que tenían razón. Parte de mi mal humor –gran parte, en realidad –se debía a que Chaewon solo se limitaba a saludarme con la mano cuando nos cruzábamos por los pasillos si es que llegaba a mirarme, porque normalmente no volteaba a verme ni una sola vez. Solo seguía de largo, sin alterar la postura rígida de su cuerpo.
—Ya sabemos, Son, sólo nos estamos burlando un poco de ti.
—Después de todo nadie creería en serio que tienes algo con la princesa Gowon.
—De verdad, Son... —Chuu estaba de brazos cruzados, meneando la cabeza en gesto de negación. —Si querías un reto, mejor te hubieses propuesto escalar el Everest.
—Mira que intentarlo con la princesa Chaewon... —Yerim alzó la ceja e imitó a Chuu. —Eso es demasiado hasta para ti, 'reina Hyeju'.
— ¿Cuántas veces tengo que decirles? ¡Me la asignaron como tutora! Tenía que pasar tiempo con ella, quisiera o no. Además, gracias a ella obtuve notas muy buenas en los últimos exámenes y por eso estoy aquí.
—Oh, sí, sí... no negamos que estemos en deuda con ella. —todas asentían. —Pero en serio... que tu tutora sea tu crush... ¿acaso tienes doce años?
—Estoy a un comentario más de darme la vuelta, no ir y dejar que limpien el suelo con ustedes, ¿sí?
Todas abrieron la boca para hablar al mismo tiempo, pero no emitieron ningún sonido y solo me miraban con sorpresa.

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Cherry Popper | Hyewon
General Fiction[AU] Park Chaewon es la presidenta de Blockberry Creative, una importante cadena comercial de golosinas, quien hace declaraciones homófobas en estado de ebriedad. Cuando esto afecta la imagen de su compañía, ¿qué desesperada acción puede cometer ell...