CAPÍTULO 26♔

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________••Golpe bajo••_________

Venus

New York, 28 de marzo del 2024.

La naturaleza tiene la capacidad de hacerme sentir un poco libre. El aire fresco es incomparable y más si se respira en el central park de la ciudad que muchos quieren visitar «New York» las tiendas, las calles, los edificios, las personas; tienen un peculiar aire y calidez, muy diferente al de Montreal.

No estoy diciendo que prefiera estar aquí o que esto es mejor, es sólo que me parece bien el salir y viajar a otros lugares, eso ayuda a mi cerebro a conectarse con lo que es realmente importante.

Veo a los tres doberman que corren detrás de una pelota de goma. Se divierten con mucha libertad y recuerdo a Dimitri y lo mucho que me gustaría que estuviera aquí conmigo y no con su dueño y futura dueña, la debe estar pasando mal ya que el Alpha no lo saca a pasear cómo lo he hecho yo, y no creo que le guste que lo haga Megan o alguien más, detesta a las personas, menos a mí.

—Ten —Yasmín me da una manzana acaramelada.

—Creí que te habías perdido.

—Me quedé mirando un show de malabares.

Le doy un mordisco a lo que me trajo. No le pedí nada, pero fue tan linda en acordarse de mí, y a decir verdad, si tenía ganas de comer algo dulce y esto es perfecto.

—Me gusta esta ciudad —menciona— Hace tiempo no venía, tantas ocupaciones no me dejaban viajar así.

—Disfruta. No todos los días hablaré con Mario, Marcus y Kilian para que nos avisen con tiempo si nos necesitarán para algo más —me limpio la boca con la servilleta— Aunque el africano no estuvo muy de acuerdo ¿En qué han quedado ustedes dos?

La miro, sonríe por lo bajo y sus mejillas se tienen rosaceas al igual que su nariz.

—Nos estamos dando un pequeño descanso. Pero hablaremos seriamente cuando regrese de mis dos días de descanso.

—Te ves muy linda cuando te pones roja como un tomate —juego con el palillo que sostiene la mitad de la manzana que me falta por comer— La felicidad te pone así de tierna.

—¿Tierna? —se ofende entre risas— Recuerda que aún soy una alfa. Eso de tierna no debe ir en mis cualidades.

—Ok ok, pero te ves así —doy otro mordisco y me golpea el hombro haciendo que se me caiga el resto.

—Manzana con tierra —sacudo la cabeza.

—Lo siento. De repente me dieron ganas de golpearte por hacerme sentir vulnerable.

—Descuida. Estás más estable que yo y Kassia juntas.

—Es bueno que lo notes. ¿Quieres otra manzana? Puedo ir por una. Perdón por hacer que se te callera.

—Así estoy bien. Mira —veo un cachorro acercarse y olfatearla—, Él se la comerá.

—Que lindo es —intenta tocarlo pero el dueño llega a buscarlo.

—Nilu, no, no puedes comer dulce —lo toma entre brazos— Disculpen.

—No pasa nada —le sonríe Yas— Tienes un lindo perro salchicha.

—Gracias —se sonroja.

Es alto, rubio y de ojos azules claros. No está mal, debe tener unos 27 años y su cuerpo es delgado, pero no tanto «Lindo y simpático».

—¿Cómo te llamas? —le pregunta ella.

Me mira antes de reír y extenderle la mano.

—Nils. Es un placer.

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