CAPÍTULO 42

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______••Fichas••_____

Marcus

Las temblorosas y dudosas manos, se pasean por mi torso, tocándome despacio, como si se tratara de un frágil cristal, muy costoso y difícil de conseguir.

Disperso mi mente, me obligo a centrarme en la mujer que a pesar de estar muy ruborizada, sigue deleitándose conmigo y Gill. Recibiendo un show privado, en la alcoba del hotel en donde se está quedando.

Tiene 39 años, dinero, no la fama, pero conoce gente importante que no hablan de ella con nadie más. Por cuestiones de seguridad, se hace pasar como un fantasma.

El sonido de la música se cuela de manera violenta por mis tímpanos, la cabeza me duele desde hace horas, pero aún no acabamos, nos toca manosearla, desnudarla y dejar que nos ponga apodos cursis, disfrutando de nuestra presencia, buscando calentar la situación.

Que seamos espías no significa que siempre servirá solo la seducción, no, en este momento debemos poner en marcha, medidas más extremas. Esta mujer no es fácil de manipular reconocería fácilmente si lo hacemos, eso arruinaría todo el proceso, poniendo en riesgo la misión.

Tal como lo hizo Venus al irse, pero fueron órdenes de Mario, la necesitaba y Dan se ocupó de avisarnos para que resolvieramos lo que le correspondía a ella. No estuve de acuerdo con la idea, más sin embargo, no estoy en posición de increpar ahora que hay muchas cosas por hacer.

Llevándome por el momento, me olvido de todo, o no completamente, para generar la adrenalina, pienso en la última vez que tuve sexo, esa manera tan feroz de hacerla mía, la aplico en este momento, poniendo a la mujer en cuatro sobre la pequeña mesa, dándole varias nalgadas.

Jadea, emocionada nos ordena un montón de cosas, para recordar que nos compró por esta noche y debemos hacerla sentir bien en todos los sentidos. Me posiciono entre sus piernas, poniéndome el preservativo, Gill la toma del cabello y la pone a chupársela mientras que yo la embisto.

Nuestro trabajo puede escaparse de los planes empleados, llevándonos a implementar otras técnicas que si o si nos darán mejores resultados. ¿Qué clase de espía consigue información fácil todo el tiempo? No sucede así, a veces la situación requerirá otras opciones, tal como esta.

Deseo solo a una mujer, mi compañero también... Pero en este momento, dejamos todo de lado, nos volvemos esas máquinas capaces de hacer lo que sea por y para conseguir resultados.

Seres fríos, insensibles y con una macabra sed por información de primera, esa que vamos consiguiendo poco a poco, pasándola bien, porque no lo niego, lo disfruto, en otras oportunidades hice cosas así.

La mujer se esfuerza por soportar mis embestidas en su coño mientras se deleita al chupar la verga del africano que jadeante, cierra los ojos, quizás evocando momentos calientes, como lo hago yo hasta correrme.

Recojo mis cosas y comienzo a vestirme, mirando como la mujer se mueve quejándose, caminando extraño y con los labios demasiado rojos. Rebusca en su bolso, sacando un pequeño fajo de billetes.

—Gracias por sus servicios, sementales —se muerde el labio, mirándonos— Buenas noches.

Gill solo sonríe con malicia y yo tomo el dinero antes de salir poniéndome la chaqueta, sin quitarme el antifaz.

—No mencionemos la parte del sexo —me dice cuando abordamos el auto.

—Copiado. Evitemos que Yasmín te castre antes de acabar la misión. Aunque debería entenderlo, estamos trabajando, es algo normal

—Se sabe —alega— Pero no lo tomará muy bien que digamos.

—Ya me la imagino gritando como loca y queriendo venir a matar a la mujer que acabamos de dejar satisfecha.

ARMAGEDÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora