CAPÍTULO 30

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_______••Decisiones••________

Herodes

Tres días después.

A mí nadie me ve la cara de estúpido, menos quien diga sentir lo que me aseguraba Megan desde que me conoció; viles mentiras que quiso seguirme restregando en la cara pese a que tuvo la grandiosa idea de acostarse con mi primo y seguirlo haciendo durante todo este tiempo.

¿La destruí cómo quería? No, esto apenas comienza y me aseguraré de disfrutarlo de la mejor forma.

No me hubiera molestado tanto si se hubiera acostado con cualquiera, pero lo hizo precisamente con Jayden y después venía con su cara de mosca muerta a recalcarme un amor que según sentía por mí. Eso es lo que más me pudre la sangre, sus mentiras en esa parte.

Reprimo las ganas de matar y bajo del auto, adentrándome en la empresa, fingiendo que vine solo por obligación, tal como fingía cada que salía con ella y tenía que dejarla creer que nos casaríamos, que podía ser mi esposa y hacer lo que quisiera, tal cual aprovechaba a hacer siempre que estábamos en frente de cámaras.

Fueron muchos días actuando, haciéndoles creer que todo estaba bien, que no sabía nada y que tengo los ojos en el culo; eso pensaron al no recordar que yo me entero de todo, hasta de lo que no suponen.

Me dan ganas de vomitar todas las veces que tuve que fingir que estaba dispuesto a todo y más cuando tuve que abrazarla el día que lo anuncié «Era crucial, pero no deja de producirme náuseas aún» no se irá la repulsión que le tengo desde que me enteré de su engaño y con quién lo hizo.

Ahora cada imagen de sus asquerosos momentos, están en las los medios, siendo ellos la primicia que causó más escándalo que aquel vídeo de Ksel. Esto quedará en la historia y eso quería desde que estudié todo con cuidado y esperé el momento.

Malditos traidores. Me las cobraré de la peor forma. Pero todo a su tiempo, por ahora, tengo muchísimas cosas de las cuales ocuparme y no puedo dejar que la molestia me consuma y distraiga.

Debo centrarme, mantenerme con la cabeza fría porque no todo salió como quería y necesito saber quién tuvo la brillante idea de atacarme en plena cena, dejar un desastre en mi hotel y dejar un montón de muertos.

Todo esto lo debo arreglar antes de irme. Ya la misión que llevamos meses planificando, me está respirando en la nuca; es algo que no se debe posponer ni siquiera por lo que pasó.

—Señor ¿Necesita un café o algo? —indaga mi secretaria.

Al entrar el estudio, veo que en mi escritorio hay más de 10 revistas y anuncios con lo que pasó.

—¿Son todas las revistas que están dando a conocer lo que pasó? —me quito el saco.

—No todas. Faltan algunas...

Arrojo el saco en el sofá.

—¿Y qué esperas para traer las demás? —detesto la torpeza y falta de movimiento laboral— Los quiero aquí en menos de 10 minutos.

Apenada, clava la mirada en el suelo, asiente un par de veces y se va al tiempo que entra Dan con un reportero importante.

—Ya todo está listo —lo deja tomar asiento.

Ocupo mi silla, veo algunas revisas, todas dicen lo mismo; pero con diferente profundidad del tema. En las portadas, no hay otra cosa que no sea el rostro de los traidores. Hace mucho que no ocupaban el puesto número uno de la noticia del año, pero ya lo son y al menos esto reprime un poco mi disgusto.

—Señor, me halaga que quiera darme una entrevista exclusiva —me dice el reportero, sacando la libreta para anotar— Será nuestra noticia más importante, me aseguraré de ello.

ARMAGEDÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora