ARMAGEDÓN

CAPÍTULO 10

______••Inquebrantable••_______

Herodes

«El tiempo» de lo que no podemos escapar, porque siempre tiene sus propósitos y pone todo en su lugar en los momentos que tal vez no sean los indicados, como también pueden serlo.

Admito que desde niño cambié mi forma de ser, no porque quise, sino porque me tocó.

El apellido Blackwood es sinónimo de altivez, soberbia y arrogancia. Desde tiempos pasados, siempre hemos tenido la mafia principal, el respeto y la lealtad de muchos. El padre de Dwayne, tuvo un mandato al estilo dictador sangriento, nadie le decía que no y Lucinda siempre me recalcaba que yo sería como él, cosa que no le gustaba, pero sí a mi padre quien se aseguró de que lo fuera y ahora...  Cada vez me vuelvo peor y este año, muchos lo verán.

Me vuelvo a empapar el rostro de agua, dos, tres, cuatro veces más, disipando el calor que se vuelve una molestia con el pasar de los segundos en los que estoy en frente del espejo buscando relajarme y eliminar todo lo que envuelve mi cabeza debido al sueño de hace unas horas. Me lavo las manos, me seco antes de salir a vestirme con un traje negro sin corbata.

Dan entra por mi equipaje, con el teléfono en la mano me encamino al comedor. Hace una semana fue el evento de presentación, todos volvieron a sus ocupaciones y desde entonces he estado trabajando desde aquí, hasta hoy que debo viajar y mi acompañante será la mujer que revisa su teléfono mientras come. No está sola, Giovanny hace presencia al igual que su hija Savannah.

Me sirven mi desayuno. Ambas mujeres sostienen una plática que no me gustaría escuchar, me duele la cabeza y en realidad, cualquier ruido me pone con peor genio. Hablan sobre moda, temas que no me apetece que sean el tema a tocar en frente de mi. Tengo mucho por hacer, bien puedo sumirme en mis pensamientos, pero cada mínimo ruido, causa que me palpite la sien.

«Detesto estar así»

—La señora Megan se fue esta mañana, dijo que estaría en casa de su madre— me avisa Giovanny.

Su hija me mira con disimulo, reparando los botones sueltos de mi camisa.

—¿Te irás hoy?— le pregunta Amber.

—Si. Debo hacer un par de cosas, además a papá no le gusta que esté en el país.

—Es extraño verte. Ya hacía mucho que no salimos, te desapareces y ni rastros dejas— se queja.

—Terminemos de comer y vamos a la sala, intercambiamos números, podré venir en una semana.

—Savannah —la regaña su padre pese a que tiene casi la edad de Amber.

—Papá, relájate, cambié mis pensamientos sobre estar aquí.

Siguen hablando, no les presto atención. Cuando acabo, Giovanny me sigue a mi estudio, se encarga de informarme unas cuantas cosas y entre esas, decirme lo que contentos que están los cabecillas de la organización por mi heredero. Todos la pasaron de lo mejor y yo...... Pensar en esa noche, no va ayudar a mi actitud mañanero.

Reviso algunas cosas mientras espero que me avisen para partir. Amber ya está lista y cuando la hora llega, abordamos el auto que nos deja en la pista privada. Me meto en la cabina privada del jet, recalcandole que no me moleste en lo que estaremos volando. No se queja, es una de las personas que más me respeta, pese a ser mi hermana, me idolatra y siempre me trata como el Alpha. Le gusta alardear y disfrutar que ella, Dwayne, Lucinda y yo, siempre seremos los Blackwood de la punta de la pirámide familiar.