ARMAGEDÓN

CAPÍTULO 27

_______••Inevitable••_______

Marcus

Kiev. Jueves, 10 de abril del 2024.

Paso las manos por el tablero del Alphers en donde estoy revisando su sistema, dando por terminado el reporte que sello antes de bajar y dejar que Brett lo conduzca fuera del área de resguardo.

—¿Revisaste los sensores? —se me acerca Flavio con la tablet en mano.

—Síi. También los apagué.

—Vamos al siguiente

Tenemos que revisar 6 Alphers, todos se van a transportar a la fábrica de Ívalo. Aquí no puede quedar ninguno, el espacio debe ser desocupado para los jet que se comenzarán a armar dentro de dos meses.

Algunas cajas también están siendo llenadas con armas de varios modelos. El personal se mueve de aquí para allá, cumpliendo con sus trabajos ya que están bajo los ojos del hombre que se mantiene sentado en la misma mesa en donde Mario organiza planos y desecha los que no sirven.

Acabo aquí, Flavio revisa el sistema a fondo y aprovecho para encender un cigarrillo.

—¿Cómo estuvieron las mini vacaciones? —indaga.

Doy una calada y suelto el humo.

—Normales. Fueron hace unos días ¿Hasta ahora me lo preguntas?

—Si. No se me olvidará que tú y Kilian rechazaron mi oferta de ir a un bar de pechugonas.

—No tenía ganas. Podías ir con Brett.

Finge pensar.

—Y esa falta de ganas, tiene nombre, “Venus Adler” alias la droga.

—¿Droga?

—Eso es.

—¿Razones para que la veas así?

—Ya debes haberte dado cuenta. No vengas con esa inútil mentira de que no la has probado. Yo lo sé todo —asegura confiado— Soy el halcón en el cielo, la pantera en la tierra y el tiburón en el agua.

Frunzo las cejas. Me cansan sus insinuaciones.

—¿Entonces para qué preguntas si ya sabes? Todo el escuadrón ya lo sabe.

Se encoje de hombros.

—No está demás preguntar. Siempre lo negaban. Quería escuchar un “sí”.

—Sí. Lo hacemos, y no es necesario dar explicaciones o detalles —respondo.

—No te los estoy pidiendo.

De ser así, tampoco los daría, muchísimo menos de ella. No soy de ese tipo de hombre.

—Y dime ¿Van para algo cómo la parejita de tóxicos o algo cómo lo que tenían Brett y Enola?

—No es de tu incumbencia.

—Quisiera saber.

—¿Por?

Deja de revisar la tablet y se apoya en el Alphers, mirando como se pierde el humo que acabo de exhalar.

—De todas las chicas del escuadrón, Venus es a la que más respeto y aprecio le tengo. No me preguntes el porqué, no lo entenderías y tampoco es algo que debas saber.

—¿Y te preocupa que le haga daño?

Niega riéndose.

—No tú a ella, sino ella a ti.