CAPÍTULO 82

115K 6K 5.9K
                                    

••Alpha••

Venus

Montreal, 19 de enero del 2025.

Guardo las manos en los bolsillos del abrigo, la nieve cae de manera lenta, haciendo que Dimitri no deje de correr o ver hacia arriba. Al menos esa escena me parece muy entretenida y no la que en realidad debería ver.

—El señor pidió que todo se guardara en el pórtico más recóndito de la casa –explica Arturo.

—Guarden todo en un lugar seguro. Aunque dudo que use lo mismo en la próxima navidad.

Me indigna que Herodes haya dado órdenes de que ya quiten toda la decoración navideña de afuera. Adentro la quitaron ayer porque están remodelando partes de la casa y cambiando cosas por nuevas.

Si fuera por mí, mantendría la casa decorada así durante todo el año. Pero ya hoy es 19 de enero y si no habían quitado nada era porque la nieve había sido muy intensa estos días. Hoy y mañana se espera un clima menos intenso.

Como sea. Debo ver cómo quitan todo y alejan la nieve de las entradas.

Llegamos hace 5 horas y Herodes no ha salido ni una sola vez aquí afuera. Está pensando en regresar a las vacaciones y esta vez en un lugar tropical.

—Voy a entrar —le aviso a Arturo para que se quede al pendiente de todo.

Dimitri se queda un rato afuera y yo arribo a la oficina. El Alpha está en su escritorio guardando documentos en varios portafolios.

—La casa estará lista dentro de un semana o menos. Todavía no hay fecha exacta. Entonces, nos quedaremos en el pent-house —avisa.

Me cruzo de brazos.

—¿Eran necesarias esas remodelaciones?

—Año nuevo, decoración nueva y una vida nueva —responde— Viviremos aquí la mayoría del tiempo.

—Eso no responde básicamente a mi pregunta.

—Quiero empezar con buen pie —contesta ensimismado— La casa no era la de una pareja de casados.

—Estaba bien.

—Eso es lo que tú crees.

Sacudo la cabeza.

—¿Cómo haremos cuando necesitemos reunirnos con alguien?, No los vamos a estar invitando al pent-house.

—Las reuniones se llevarán a cabo en la empresa o tu hotel. Por ahora. Al pent-house no vamos a invitar a nadie. Es nuestro lugar de hacer cositas impuras—cierra el portafolio, mirándome con picardía— Ese lugar es confidencial.

—Te afectó la nieve —digo ante su humor de hoy. Me sigue pareciendo extraño— ¿pasa algo?

—¿Qué tendría que pasar?

—Por eso lo pregunto. Estás muy...—busco la palabra correcta.

—¿Feliz, animado, motivado? —tienta a mi búsqueda.

—Todas esas.

—¿Me prefieres odioso y malhumorado?

—No. Es solo que...

—¿Irás al hotel? —cambia el tema.

—Sí, estoy esperando que preparen la pasta italiana que pedí.

—Hay mucho que hacer —apila los portafolios— En el hotel te esperará una asistente y un preparador. Ellos te ayudarán a entrar en sintonía con todo lo que desconozcas.

ARMAGEDÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora