CAPÍTULO 66

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••Presagio••

Herodes

Horas antes

Decepcionado y confundido. Esas son dos palabras que pueden definir como me siento en este momento.

Hace pocas horas recibí la llamada que tenía días esperando, y, no fue lo que hubiera querido. Ella no me dijo nada que me revelara su ubicación. Ni siquiera sus últimas palabras me quitaron de encima toda la zozobra. Incrementaron mi ansiedad.

Le ordené a Flavio Martin que rastreara la llamada. No consiguió nada. Estoy a nada de matarlo ¿Cómo un hacker no puedo conseguirme lo que quiero? En estos momentos detesto a Adler y sus conocimientos para moverse como un fantasma. Está haciendo un excelente trabajo para moverse sin notarse.

Está recibiendo ayuda. No le encuentro otra explicación a esto. Cuando la arrestaron no tenía su teléfono, documentos o dinero. Nada.

Según lo que me dijo Radovan, salió de Transilvania y yo solo espero que no esté en donde estoy pensando. Es una intuición que tengo desde ayer, no me deja dormir tranquilo, por tal, Dan contactó a unos amigos y están buscando información

Le doy un sorbo a mi vaso de agua, pasando la pastilla.

—Las cosas en Medellín se salieron de control —sigue hablando Duke Bontate— Mi hijo dejó su trabajo y este cayó en mano de traquetos renegados.

—Al parecer hay un traidor en todas partes —Benedik Ivanok vuelve a recalcar que hay que matar a Fernando.

—Milena ya se está encargando, pero por ser mujer no la quieren tomar en cuenta.

—Que demuestre su capacidad doblegándolos. Ser mujer no debería impedirle nada. Mi hija no se dejaría.

—Los rusos una vez más demostrando por qué son el segundo clan más importante en la organización —dice Ruffus con desdén.

—Lideras o te cogen de las pelotas —alega.

Los tres cabecillas más importantes de la organización; Ivanok, Bontate, Myers. Cada uno con distintos intereses y responsabilidades, pero queriendo que la situación en Colombia se arregle y Fernando pague.

Es un traidor. Lo voy a cazar después de que me encargue de Adler. Él la delató y por eso no la tengo conmigo.

—Fernando y Jayden tienen que caer. Conocen información importante que manejan las familias —presiona Benedik.

—Sé bien que ya deberían estar en una tumba bajo metros en la tierra —digo cansado— No es necesario que me lo recuerden. No tengo una varita mágica que los haga aparecer aquí ahora mismo.

—Usted es el Alpha, tiene los medios.

Me acaricio la cien.

—Y no hago nada sin tener un plan y una estrategia de respaldo —dejo claro— Si siguen vivos es porque me estoy enfocando en otros asuntos de más importancia. Duke puede atrapar a u hijo, y ustedes, en vez de pedirme soluciones, pueden apresar a Jayden. So par te la organización, deben trabajar para mí y servirme cuando lo requiera.

—Disculpe ese comentario —Ruffus sonríe— Todos hemos estado tensos con lo que pasa en Colombia, Toronto, Washington... no es nuestra intención presionarlo. Podemos hacernos cargo y avisarle si ya los tenemos.

—Estoy seguro de que Duke podrá encontrar a su hijo o convencerlo de que se entregue —digo con ironía.

El mencionado abre la boca sin saber que decir.

—Mejor no digas nada —le recomienda Benedik— Menos si estás sentimental.

Llevamos más de media hora en una reunión que debió haberse llevado a cabo hace unos días. Sus voces solo me ocasionan jaqueca. Todo me estorba y fastidia. Estoy saturado de rabia.

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