CAPÍTULO 74

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••Exclusividad••

Venus

Tantas cosas tiernas y no sé por cuáles decidirme. Se nota que nunca frecuento tiendas de este tipo.

—Eso es muy lindo —Yasmín acaricia la tela de los baberos— El color crema es muy único.

—No voy a escoger nada azul.

—Yo lo hice —sonrojada me señala como dos chicas cargan un montón de prendas de ese color en diferentes tonos— Desde que supe el sexo del bebé, sueño con cosas de niños.

—Puedes escoger lo que quieras.

—Estoy en busca de empresas que tengan buenas niñeras —me comenta— Pero Kilian se niega a dejar entrar una desconocida a la casa.

—Necesitan una niñera. Eso es obvio. Tú sola no podrás... Un poco de ayuda te vendría bien.

—Le he dicho eso un millón de veces. Me inscribí a un curso de maternidad casera. Me van a enseñar lo básico. ¿Crees que sé cambiar un pañal o cargar a un bebé? No tengo ni puta idea. Ni siquiera sé lidiar con toda la felicidad que siento cada mañana al tocarme el vientre.

Mi sonrisa es una pequeña mueca. No puedo negar que, si me causa algo de nostalgia todo esto, pero sé que ya puedo lidiar con mis desgracias.

—Considero que sería una buena idea eso de la niñera —opino— Kanye necesita muchos cuidados hasta que cumpla los 3 años.

—Siempre voy a necesitar una niñera ¿O cómo haremos cuando tengamos que trabajar fuera de la ciudad? Hay misiones que se extienden.

—Ya las misiones tuyas deben ser caseras. Me haré cargo de eso.

—No quiero que ganes problemas con el Alpha.

—Soy su mano derecha. Puedo hacer que sea más flexible. Confío en que sí.

—Gracias, súper madrina —me abraza— Por cierto, ¿En dónde estuviste estos días?

—Tomando un mini descanso.

Me codea, cómplice.

—¿La pasaste bien?, Digo, tuviste que haberla pasado magistral con esa divinidad de hombre. ¿cómo les va?: En términos de la relación.

—Fueron buenos días. Me gustó mucho conocer varios lugares de Kyushu. Su antigüedad es muy hermosa. Y, nuestra relación va muy bien, eso tratamos.

—Te ves muy bien —pellizca mi nariz— ¿Usan protección?

Frunzo las cejas.

—Tengo un aparato anticonceptivo y, no soy fértil.

—¿Te lo aseguraron al 100%?

—Pues... Me estoy cuidando.

—Bueno. Esos aparatos a veces fallan.

Ya lo sé. Me pasó hace dos años, pero era porque fui descuidada con las revisiones.

—Créeme cuando te digo que no queremos un hijo. Estamos bien así —alego.

—Cierto que quieres ser la tía sin hijos —ríe con ironía—Si no quieres hijos, puedes adoptar.

—¿Qué te parece este conjunto? —cambio el tema.

—Me encanta —me hace escoger el color.

Yasmín no sabe que perdí un bebé, tampoco todo lo que me ha atormentado. Solo conoce que mis anteriores secuelas afectaban todo mi sistema, incluso hormonal. Y ahora que casi todos los días, varias veces, estoy con el miembro de Herodes dentro de mí, tengo que cuidarme porque los médicos fueron claros.

ARMAGEDÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora