175 Días | Nueva edición

43: Miércoles

Por fin ha terminado la tan pesada clase de biología, se dirige con emoción a ver a Louis. ¡Qué ganas tiene! Sabe que de seguro le está esperando en la clase donde suele dar física.

Camina con alegría, incluso con prisa. No se fija ni se para para absolutamente nada. De repente, alguien le toma del brazo y le lleva a un pasillo más secundario. —Louis— dice con la mano en el pecho —, me has asustado— dice apoyado en la pared y el otro acaricia su mejilla.

—Lo siento— murmura Louis. —Salgamos de aquí— dice entrelazando sus manos y yendo por otro pasillo donde hay menos gente. Ha pasado demasiadas horas en la facultad de ciencias y sabe por dónde ir.

Llegan al exterior y Louis se apoya en la pared. —¿Cómo te ha ido la clase?— Pregunta acariciando el cabello de John que está de pie frente a él. Louis es un hombre alto, pero John le supera al menos por media cabeza. Es un poco intimidante, pero como es un amor de chico, no da miedo.

—Muy bien, este tema es fácil— asegura con una sonrisa. —Creo que recupero el anterior examen.

—Me alegra oír eso— dice acariciando la cintura del rubio que se acerca a Louis tanto como puede.

—¿Y tú día?— Pregunta acariciando su rostro y se acerca a quitarle las gafas.

—Tranquilo...— murmura sintiendo los labios de John por su mandíbula y se deja llevar completamente. —Pero en general bien. Nada muy interesante para contarte— asegura metiendo las manos por dentro del abrigo de John.

¿Qué le pasa hoy a John? Está especialmente cariñoso y no deja de besar el cuello del mayor. Igual, tampoco se quejará, es algo fantástico.

Louis se detiene y llama la atención de John para que se sépare. —Chéri— dice mirando atrás de John y el rubio se gira.

—Oh...— dice viendo a Anne acercarse.

—Creo que deberías ir a ver qué quiere la loca. ¿Nos vemos luego?— Pregunta Louis sacando la mano de dentro del abrigo de John.

—Sí, mi amor— dice acariciándole la mejilla y dándole un pico antes de irse. —Hola, Anne. ¿Necesitas algo?

—Hablar contigo— dice la chica. —¿Estáis juntos? No sabía— dice haciéndose la agradable.

—¿Por qué dices eso?— Pregunta John. No entiende a que vienen esos comentarios ahora. ¿De verdad eran necesarios o importantes para interrumpir ese momento? —¿Has venido solo a decirme eso?

—No, no... Solo quería decirte que él es bastante problemático y que no te debes fiar demasiado— asegura Anne. —Ha tenido algún que otro asunto grave y una vez estuvo liada la policía. No creo que sea muy buena influencia, ya lo has visto.

—¿La policía?— Pregunta curioso, Louis no le ha dicho nada. Es verdad que sabe que se ha metido en algún problema pero no tan graves. Bueno, casi estira la pata una vez, eso es grave.

—Se peleó con unos tipos a botellazos. No creo que te vaya ese rollo.

—Estoy seguro que tiene explicación. Yo también me he peleado en lo que llevo de curso— asegura John. —Louis es una buena persona, estoy seguro.

—Es un victimista. Te está comiendo la bola, ¿no ves que lo tienes idolatrado?— Le pregunta a John. —Seamos objetivos— dice empezando a caminar y John camina a su lado —¿te gustaría un tío random, fumador, sin amigos?

—Louis no es un tío aleatorio— asegura John. —Creo que soy mayorcito para saber que lo quiero.

—John— dice empezando a fumar algo que, a simple vista, John definiría como cigarro, pero no huele nada parecido a los que conoce y se ve un pelín diferente —, creo que eres muy inocente. La gente no cambia, y ya has visto que su historial no es muy bueno.

—Él ha dejado muchas cosas en el pasado— afirma Laurens. —Es muy fuerte, es inteligente, guapo, con buen sentido de la moda...

—John, búscale también defectos. No puedes pensar que es perfecto— asegura Anne.

***

—¡Claro que no puedes decir eso sobre Louis!— Grita Charlotte enfadada. —Mi hermano no va ya alrededor de François. Está enamorado de John.

—Eso no es cierto— dice Anne. —François sigue obsesionado con tu hermano. Solo piensa en él.

—Eso no es problema se mi hermano. Eso es la cabeza de tu novio que no deja lo deja en paz.

—Pero tu hermano sí que le sigue el juego. Ni siquiera puedo tener una noche con François sin que mencione al asqueroso de tú hermano.