33: Miércoles

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Hoy no ha tenido clase con Louis, no lo ha visto en todo el día y no ha contestado ni un solo mensaje. ¿Dónde se ha metido este hombre?

Charlotte y Martha dicen que debe estar por ahí. ¿Dónde es por ahí? No está en la biblioteca tampoco y se niega a esperar hasta mañana. ¿Es el único que está preocupado? Tal vez está siendo muy dramático.

Antes no lo veía todos los días y no pasaba nada, pero que extraño que Louis no esté en ningún lado. ¿Ya se habrá metido en sus bucles pensantes?

Solo le queda esperar a que sea la noche y bajar a ver si está donde siempre. ¿Por qué no contestará los mensajes? La última vez que lo vió fue ayer después de la cena...

Venga, John, se realista. Tiene trabajo, habrá tenido un día ocupado hablando con profesores y alumnos. Estará el pobre venga de dar clases. Debe estar agotado.

—¡Louis!— dice yendo rápido hacia el hombre y se acerca a darle un abrazo rápido. —Te llevo buscando todo el día— dice sin soltar al hombre que sonríe ante la llegada del chico tan inesperada.

—Lo siento, hoy ha sido un día complicado— asegura acariciándole el cabello con su mano libre. —¿Te han ido bien las clases?

John se separa del mayor y le responde que han sido tranquilas. —Me tenías preocupado. Te he mandado mensajes y no me has contestado ninguno.

—Lo lamento, anoche apagué el teléfono y no lo he vuelto a encender aún— dice apoyándose de nuevo en la pared. John no le va a exigir respuestas, pero tiene algo de curiosidad. ¿Desaparecer así de la nada? ¿Apagar el teléfono? ¿Y si ha estado evitando a John? Tal vez ha hecho algo mal a ojos del mayor. —¿John?— Pregunta el mayor viendo la cara pensativa del rubio. —¿En que piensas?

—Yo...— tal vez debe darle su espacio a Louis. Suspira. —No sé... ¿Necesitas que te dé tu espacio?— Pregunta John y el mayor le mira sorprendido.

—Oh— dice Louis mirando a  John. —No es eso, bueno, sí necesitaba mi espacio, pero no lo que piensas... Eso creo— dice. Le debe unas explicaciones. —Anoche tuve una discusión por teléfono. No me gusta pelearme así, me hace sentirme realmente mal. Tenía que darme mi espacio para gestionar mis emociones un poco. No quería encontrarme contigo y hablarte mal si no tienes la culpa— explica por encima. —No me gustaría perder el progreso por estar alterado.

A John le ha dado un poco de gracia la palabra progreso. ¿Le ve como un "progreso"? Le alegra en el fondo saber que solamente quería comportarse lo mejor posible delante de John.

—Sabes que siempre me gusta estar contento para las clases, para la gente en general.  He dado las clases lo mejor posible y me apetecía aislarme.

—Está bien. Es tu decisión. ¿Eso te ha hecho sentir mejor?— Pregunta John tomando ambas manos de Louis y acariciando sus dedos.

—Creo que sí. Necesitaba pensar un poco— asegura viendo las manos del rubio. —Supongo que mi hermana ya te habrá dado la lata diciéndote que soy especialito y esas cosas.

—¿Cómo lo sabes?— Pregunta despacio.

—Porque no te sorprende que te cuente esto— asegura el mayor.

—No creas que eres muy diferente por eso. Yo también necesito a veces estar solo y pensar, no siempre controlo mis emociones...— asegura mirando al mayor. —Si quieres puedes contarme cualquier cosa que necesites. Tú siempre me escuchas— asegura John.

—Gracias— dice dándole un beso en la mejilla y suelta las manos del americano para buscar sus cigarrillos en el abrigo. —A veces me siento mal por sentir cosas. Te estoy encharcando en mi vida cuando solo debería ser tu profesor.

175 Días | Nueva edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora