28: Miércoles

22 4 3
                                    

—Sé que el día de ayer fue... Caótico— dice Louis. —Odio ese tipo de días— asegura mientras invita a John dentro de la habitación.

—Pero me alegra verte mejor— asegura de forma amable.

Anoche Louis solo salió de su habitación para cenar y cuando volvió se encontró unas bonitas flores con una pequeña nota. Hoy no han mencionado nada sobre eso, pero Louis le agradeció anoche en un mensaje de texto a John. Ahora el americano sonríe al ver las flores en un jarrón sobre el escritorio.

—Muchas gracias por todo ayer— dice el mayor de nuevo. Hoy apenas están hablando, solo se dedican a echarse miradas de vez en cuando. Llevan así desde hace horas. Por los pasillos, en clase...

Aún Louis está un poco avergonzado por todo lo de ayer. No es para tanto, pero al ser el chico que le gusta ha sido raro. ¿Se puede decir que se ha bajado los pantalones delante de su crush, ha vomitado y luego ha dicho que su hombro es cómodo? ¿Qué tipo de ligue es eso? ¡Ahora le tocará empezar de cero! ¡Ya ha perdido 28 días laborales de progreso!

—No fue nada. Solo quería ayudar— asegura John. Louis le ha prometido que le hablaría hoy de todo esto. John no quiere esperar. —¿Cada cuánto te sucede esto?

—Más veces de lo que me gustaría. Pero suele avisar y normalmente no termino como ayer...

—Supongo que hay veces que es peor y ya, ¿no?

—Ayer solo fue estrés. No me sentía bien desde hace unos días y mi cuerpo ha elegido afrontar estas situaciones con broncoespasmos, supongo— dice mirando a rubio. —Siempre suelo síntomas que se agravan con otros factores. De por sí solos pocas veces me han hecho mucho daño.

—Entonces, solo debes controlar esos factores, ¿no?— Pregunta John.

—Son tantos que siempre se me escapa algo. Si me estreso, si me asusto, si hago deporte, si hay mucha humedad o el polvo mismo, un resfriado, si fumo mucho... Cualquier cosa.

—Es verdad, tu fumas. Pensaba que era como incompatible con el asma— dice, no había pensado en eso.

—Lo es. Es lo peor que puedes hacer— asegura. —No fumes nunca... Bueno, haz lo que quieras, no soy tu padre— dice acostándose en la cama. No le gusta mucho hablar de ese tema. Sabe que tiene un problema con el tabaco. —Supongo que estoy acostumbrado a inhalar cosas. Es una costumbre mala que tengo.

—No la puedes dejar, ¿verdad?— Pregunta y Louis niega.

—Lo he intentado miles de veces. Sé que es perjudicial para mí, pero dejarlo me da mucha ansiedad y al final termino teniendo más crisis asmáticas que cuando fumo. Solo he conseguido fumar menos y solo tabaco. Llevo como tres años intentando dejarlo.

—Bueno, ya has conseguido algo— intenta buscar John el lado positivo.

—Lo sé, pero es un progreso muy lento... Y si me siento estresado quiero más y es un bucle algo tonto. Sé que tengo que romperlo en algún momento si quiero estabilizarme el asma. No quiero pegar más sustos de estos...

—¿Tienes que dejarlo para que te den la medicación esa diaria?— Sabe algo, pero no mucho. Entiende que hay unas medicaciones porque una amiga de su madre era asmática o algo así.

—No, ya me las tomo, pero el tabaco anula el efecto— asegura. —He pensado en fumar otra cosa pero al final todo es igual de malo. De hecho quiero intentar otra vez dejarlo.

—Debes seguir intentando. Seguro que lo consigues. ¿Entonces si lo dejas te... Estabiliza y ya?

—No exactamente, pero no tendré síntomas todos los días de mi vida, eso dicen. Me aseguran que como mucho tendré una crisis al mes y no tendré seguramente que volver a pincharme— dice volviendo a enderezarse.

175 Días | Nueva edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora