96: Jueves

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-Te espero fuera- dice John. Es mejor esperar fuera de consulta. Sobretodo si Louis tiene que contar sus cosas privadas. Son novios pero a veces puede ser algo incómodo.

-Buenas, Louis- dice el hombre. -¿Cómo va todo?

-Más o menos creo que todo va mejor.

-¿Te quitas el jersey?- Pide el doctor poniéndose los guantes. Hoy toca sacar algo de sangre y la verdad es que no desayunar tampoco ha sido un gran reto. -¿Los parches bien?

-Sí- dice el chico.

-¿Y la zona lumbar?- Pregunta el hombre mientras saca la sangre.

-Solo me duele cuando me agacho y el abdomen bastante menos.

-Vale, eso está mejor. Lleva cuidado porque se puede volver a inflamar la próstata- afirma el hombre. Demasiado sexo con François, que se va a hacer. Después de tremenda semana ha tenido dolores entre el abdomen y la zona lumbar durante un mes. Los primeros dus fueron horribles, pero ¿cómo le iba a contar eso a alguien? Se lo intentó decir a François, pero no hizo nada de caso. Le dijo que es normal, no se preocupe y esas cosas. La verdad es que Louis no dudó, también le pasaba hace unos años con François. O él es muy propenso a inflación o debería probar con John.

Louis siente que todos los médicos de la clínica lo tratan especialmente bien y con delicadeza. Todos los médicos y psicólogos que lo atienden saben lo que ha pasado y por qué está allí. Eso tiene su parte buena y mala.

-Tenías novio, ¿no?- Pregunta el hombre intentando recordar y Louis asiente. -Dile que lleve cuidado contigo un par de semanas más, ¿sí?- dice dejando la muestra de sangre. -Aquí están los resultados tuyos del otro análisis. Todo bastante bien. Para las relaciones sexuales preservativo, que con el antibiótico bajan las defensas.

-Tiene la prueba de las ITS. ¿También hace falta?

-Si la tiene en principio no hace falta, mejor que las tenga hechas recientes. Solo con cuidado y el antibiótico hasta las semana que viene. La prueba de ITS en teoría tienes los resultados para la semana que viene- afirma el hombre. -El asma también está normal ¿no?

-Sí.

-Perfecto. Eso es todo. Ahora pasas a consulta para la nutricionista y para el endocrino. Si no tienen muchos pacientes estarán los dos en consulta. ¿Sí? ¿Has decidido que hacer estas vacaciones? ¿Te quedas?

-He pensado que una semana estaría bien. Si puede ser.

-Sí, perfecto. Así controlamos un poco todo. Hemos pensado que tal vez prefieres ir a nuestra clínica en Ginebra, que está más cerca de tu familia y tu casa. Podrías tener más visitas.

-Eso es excelente.

-Bien, pues ya nos vemos la semana que viene.

John espera apoyado en la pared hasta que sale su estimado Louis con el abrigo en las manos y John le acomoda bien el jersey. Se nota que se lo acaba de poner.

-¿Todo bien?

-Sí- dice Louis con una pequeña sonrisa. -Los resultados de la semana pasada están bastante bien- dice doblando la hoja para guardarla en el bolsillo de la chaqueta. Puede que no haya hablado con John mucho sobre lo de la lumbar. Tampoco sabía cómo hacerlo, como la situación era incómodamente extraña no le parecía un tema apropiado para hablar. No sabe muy bien si dejarlo pasar o no, de todos modos queda ya algo así como una semana, pero estaría bien avisarle por si acaso en un futuro. Bueno, tal vez le avisa en ese futuro.

-Ahora hay qur ir al nutricionista- dice Louis. -¿Me acompañas?- Pregunta el mayor y el rubio acepta encantado. Lo bueno de la clínica privada es que apenas hay que esperar y la gran disposición de los doctores para los pacientes. No es muy grande, y eso lo hace mejor.

-Hola, Louis- dicen los otros dos doctores. -Te ves mucho mejor- dice la nutricionista con una sonrisa.

-Hola- saluda el endocrino a John. -¿Eres el novio de Louis?- Pregunta el hombre y John asiente orgulloso.

-Bien, vamos a pesarte- dice la chica y Louis se empieza a quitar los zapatos para después dejar que le pesen. -Muy bien, sesenta y cuatro- dice la mujer contenta.

La verdad es que están bastante contentos. Luce mucho mejor y ahora su peso ya puede ser casi el adecuado. Tal vez un kilo más, pero está muy bien. El endocrino también parece satisfecho. Sin duda eso también le está ayudando con el peso, que era el problema principal. Luego, también han ido a ver al sexólogo y están convencidos de que ahora tienen una relación bien forjada y fuerte.

-Cuatro kilos ya, eso es increíble- dice John contento cuando salen de vuelta a la universidad. -Me pone extremadamente feliz que estés tan bien. ¿Se lo vas a decir a Charlotte?

-Sí. Ella estará contenta.

-Mi madre seguro que también. ¿Vamos a desayunar? Aún no has comido nada- dice el rubio con una sonrisa.

-Después tengo clase. Habrá que darse prisa. Por cierto, me dan la semana que viene los resultados de la prueba de ITS. Yo creo que no tengo nada, pero prefiero hacérmela otra vez.

—No creo que hayas pillado nada por François, pero mejor llevar cuidado.

—Sí, François... Justo.

—Ya sé que no suele llevar cuidado pero no creo que haya estado con muchas personas más.

175 Días | Nueva edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora