108: Lunes

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-No has dormido nada- asegura John acariciando su frente.

-Pero lo he intentado- dice estirándose con algo de pereza y le da un beso a John para después levantarse. -Tal vez mañana es un día mejor- afirma tomándose sus medicamentos. -¿Qué jersey me pongo?- Pregunta enseñando dos opciones.

--Este. Te sienta muy bien- dice levantándose también.

-¿Ahora tienes clase?- Pregunta mientras termina de arreglarse y ve a John por detrás haciendo lo mismo.

-Sí, de hecho examen. Nos lo han pasado a hoy porque el profesor de va de vacaciones mañana- dice John algo molesto. -No me apetece examen a primera hora.

-Si me lo hubieseis dicho podríamos haber cambiado el examen de hoy- asegura Louis peinándose.

-A todos nos ha dado igual. De todos modos íbamos a tener un día u otro con dos exámenes.

-No me gusta que os satureis con exámenes. Solo los hago porque me obligan, se me ocurren otros métodos para evaluar.

-Tendrías que fundar una universidad o algo- asegura John recogiendo su cabello. -Yo iría.

-Yo tengo muchas ideas y poco tiempo- afirma el mayor. -Bueno, preciosura, me voy ya. Nos vemos más tarde- dice Louis dándole la mano con una sonrisa.

-Come algo cuando puedas.

-Tú también.

Como siempre, llega a la clase con suficiente tiempo como para preparar todo y hoy toca dar los exámenes de los chicos. Tiene ganas de hablar con Nathan, solo quiere saber que sucede. Lo más seguro es que no tenía muchas ganas o se estaba distrayendo.

No tardan en llegar algunos alumnos. Hoy es un día rápido. Ojean el examen y si tienen dudas Louis explica las cosas, si no es así, se pueden marchar.

Cuando quedan unos quince minutos, aparece Nathan. Está bien, aún no han llegado todos los alumnos, muchos otros se han marchado. Prefiere explicar las dudas en los exámenes uno a uno. Los jóvenes que quieren revisar a fondo se sientan en la clase y los demás ven la nota, echan un ojo de pie y se marchan.

-Nathan- dice Louis acercándose al joven. La clase está casi vacía. -Me alegra verte- asegura dudando casi de si vendría.

-Igualmente, señor- murmura el chico mientras Louis le entrega su examen.

-¿Qué ha sucedido? No quiero regalarte por una nota, solo me sorprende- asegura mirando el examen en las manos del chico.

-Nada, no era mi día- dice tras unos segundos sin mirarlo demasiado y se lo devuelve.

-¿Por qué no me miras?- Exige el profesor y el otro solo levanta los hombros. -¿No me quieres hablar?- Pregunta en voz baja. Los demás apenas están escuchando la conversación. Los únicos cuatro o cinco de la clase están muy concentrados en revisar el examen con detalle. -Siéntate un minuto- pide el mayor y le deja la botella de agua sobre una de las mesas. -Hazme el favor de beber algo de agua.

Louis no duda en lo absoluto que haya hecho el examen en las mismas condiciones. -¿Qué?- Pregunta el joven.

-Espérame unos minutos- pide el mayor viendo cómo el chico se sienta y él termina de atender a los últimos alumnos. -¿Cuanto has fumado?- Pregunta una vez están solos en el aula.

-¿Yo? Nada, solo tabaco- afirma con una actitud tajante y se levanta del sitio.

-No puedes mentirme. Puedo notarlo- dice notando cierta torpeza.

-No le diga a Benjamin.

-No le voy a decir a nadie- asegura el mayor. -¿Ha pasado algo que quieras contarme? Tal vez te puedo ayudar.

-No- dice el joven.

-Está bien... Bebe agua, o mejor, vamos a pedirte un té y algo de comer. Luego vas a casa, te duchas y duermes- hay que bajar los efectos de alguna manera y en su opinión eso es lo que más funciona.

Le acompaña hasta la cantina, y menos mal que eso le ayuda de algo. Comer es bueno en estos casos. -¿Usted no quiere comer nada?- Pregunta con un poco de lentitud. En un par de horas se le pasará.

-No.

-Debería hacerlo. Noto que no lo hace demasiado.

-Si lo hago, solo soy así- dice esperando a que con tranquilidad el joven coma y beba. -Deberías dejar la yerba. No te hace bien.

-Estoy bien, tranquilo.

-Ese no eres tú- dice Louis. Los cambios de humor y personalidad son de lo peor. -Espero que no estés metido mucho en esto.

-¡Nathan!- Dice Benjamin acercándose y dándole un abrazo con efusividad. -He terminado mi examen, me tenías preocupado. No me has contestado el teléfono.

-No tenía ganas- dice de la misma forma tajante con la que ha contestado a Louis.

-Oye, me dijiste que se acabó lo de fumar- dice oliendo el aroma que desprende el chico. -Me lo habías prometido la semana pasada, ¿te has olvidado?- Pregunta el mayor de ambos.

-Estoy intentando que se me pase, ¿vale?- Dice mirándolo algo cansado.

-No le respondas así, solo se preocupa por ti- afirma Louis recibiendo una mirada del menor.

-Déjelo, siempre que está así me trata igual de mal- afirma Benjamin. Ese es uno de los principales motivos por el que quiere que lo deje.

-Debería ir a casa, darse una ducha y descansar- le dice Louis al otro joven que asiente.

-Nath, vamos a ir a casa- pide Benjamin levantándose. -Te acompaño.

-No te necesito para ir a mi casa- contesta acabándose el té y levantándose de mala gana.

-Solo queremos hacerte compañía- dice Louis y el joven le mira de pies a cabeza.

Al final empiezan los tres a caminar hasta la casa. Benjamín va hablando con Louis y Nathan un par de pasos por delante. Está algo torpe pero no demás.

-Siempre hace lo mismo- dice Benjamin. -No se resiste más de una semana y siempre se porta igual. Hemos intentando relajación y esas cosas. Puede que algo haga- asegura viendo a Nathan. -Muchas gracias por acompañarnos- dice cuando llegan a la casa. Claramente caminar también ayuda a Nathan. -¿Quieres un baño?- Pregunta a Nathan que asiente

-No están mis padres- afirma el más joven.

-Está bien, entra. Ahora voy yo- dice Benjamin con su acento americano que claramente Louis nota. No es igual que el de John, pero en un principio no entendía muy bien lo que decía.

175 Días | Nueva edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora