175 Días | Nueva edición

Extra: V2

John se ha despertado y palpa en la cama. -¿¡Louis!?- Se pregunta viendo su lado vacío.

Mira la hora rápidamente. Dios, son las doce. Debe haberse levantado o algo ya.

John se cambia rápidamente y se arregla antes de ir en búsqueda del joven. ¿Por qué nadie le ha despertado?

Escucha unas risas en la cocina y una conversación. John entra somnoliento, la luz le está cegando. -Oh, buenos días, Jack- dice Eleanor. -Louis me estaba enseñando a hacer unas galletas de Suiza. No me habías dicho que cocinaba tam bien- sonríe Eleanor encantada con el chico que le está ayudando a terminar la comida.

Tienen personas contratadas que podrían hacer eso, pero Eleanor insiste en que es algo que le gusta hacer bastante a menudo.

-Oh- dice John aún algo somnoliento.

-Hemos ido a coger frambuesas y todo- asegura Eleanor.

-No es la mejor época, pero están bien- asegura Louis y John se sienta junto a la encimera. Él no tiene idea de cocinar.

-¿Qué estás haciendo?- Le pregunta John al europeo que está emocionado removiendo algo al fuego.

-Confiture. Comment dit-on?- Pregunta Louis.

-Mermelada, cariño, mermelada- dice Eleanor asomándose a ver como luce ya de espesa la mermelada.

Louis toma una cucharada y saca un poco de mermelada. -¿Quieres probarla? ¿Crees que le falta azúcar?- Pregunta acercándole a John la cuchara. -Sopla, está muy caliente.

John toma la cuchara con cuidado y sopla esperando a que no queme tanto. -Así está buena.

Ayyy, su Louis cocina también. Es tan... Tan idílico. Sin duda Eleanor está encantada con el chico y John también.

A la hora de la comida tienen muchísimos platos, qué bueno que Eleanor y Louis hayan hecho tan buenas migas y que hayan encontrado un gusto en particular que ambos comparten. Incluso Louis le ha prometido que algún día le enseñará más platos tradicionales.

Tras la comida, Louis se levanta a sacar cosas del horno y meter otras tantas que ya habían preparado.

-Ay, John, qué chico más bueno- dice Eleanor con una sonrisa. -Qué bien cocina y qué bien lleva el inglés.

-Yo también estoy muy contento- asegura John. Louis es toda una cajita de sorpresas.

Y por contentos, Louis también lo está. Nunca se había llevado tan bien con sus suegros, pero los padres de John son simpáticos y cariñosos.

-Es un hombre listo. Eso es importante. Necesitas gente así cerca- dice Henry.

-Lo sé, papá- dice John. -Me enseña muchísimas cosas, por algo es mi profesor también.

-¿Es tu profesor?- Pregunta Harry. -Diablos, señorito.

-Cállate, Harry- exige John. -Tal vez le digo a Louis que te dé clases de mates.

-¡Noooo! Ni se te ocurra. ¡Las detesto!

-Y en francés- añade Eleanor.

-Mamá, no, no le des ideas- se queja Harry y todos ríen un poco.

-Pues no te vendrían mal- dice Henry. -Tal vez mejora tu promedio. Estás tres puntos por debajo de John en matemáticas. Con tu edad él...

-Papá, no nos compares- dice John. -Harry es muy bueno en musica y solo necesita un empujón en mates. Un siete no está nada mal tampoco.

-Harry puede mejorar- dice Henry.

Poco tiempo después Eleanor se levanta a ayudar a Louis. ¡Ya tienen las primeras galletas! ¡Y qué buenas que están!