140: Martes

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-Eres el más hermoso de toda la ciudad- afirma François con sus ojos azules tan deslumbrantes y felices que tiene de vez en cuando.

Ambos están sentados a la orilla del lago viendo el atardecer. Ha sido una hermosa cita muy tranquila. -Te he traído un libro- dice François dándole el objeto.

-Muchas gracias- dice leyendo el título con una sonrisa y le da un beso. -Eres muy bueno conmigo- es el único de todo el instituto que no le trata mal.

-Porque te quiero- afirma salpicándole con agua.

-¡Ey! Vas a ver- dice mojando la camiseta del otro que se levanta para no ser mojado.-No vas a escaparte- ríe Louis levantándose para ir tras el otros chico.

Toda la tarde ha sido correteando por el parque y haciendo los tontos, sin embargo ya es hora de llegar a casa. Ambos están agotados y agitados por tal juego. De hecho están empapados.

-Oh, Louis- dice Charles viendo a su hijo entrar a casa todo mojado y con la respiración entrecortada. A su lado entra François.

-Sí, vamos a cambiarnos- dice Louis yendo hacia su habitación. Le prestará algo de ropa para que no llegue a su casa mojado. Seguro sus padres le regañan.

Louis saca una muda de ropa y se la da al chico, aunque es considerablemente más grande que él, un jersey grande le puede servir. -¿Estás bien? Lo siento, no era mi intención hacerte correr- afirma François viendo al chico que se pone el pijama y se tira sobre la cama.

-Sí, estoy bien un poco cansado- afirma tomando aire y mirando el techo. François se sienta en la silla del escritorio y se queda en un silencio tranquilo hasta que el padre de Louis entra.

-¿Louis?- Pregunta viendo a su hijo. -¿Estás bien? ¿Qué demonios estabais haciendo?- Pregunta viendo a François de mala manera.

-Solo hemos corrido un poco, papá- afirma Louis.

-¿A caso no sabes que no debes correr?- Pregunta el hombre.-François, márchate a casa. Tus padres ya han llegado- dice el hombre frío con el novio de su hijo. No le gusta que su niño tenga novio. Aunque tenga catorce años aún es un bebé. -¿Voy a tener que llevarte al hospital?

-No, papá... Estoy bien.

-Venga, ven siéntate.

Louis se sienta y se incorpora con esa especie de nudo en su garganta. Frota sus ojos y mira la habitación. Ya sabía que estaba soñando o recordando, como se diga. Este sueño no ha sido tan desagradable, pero se está ahogando. No del todo, pero ¿qué demonios le pasa últimamente en esa habitación? Debe ser alergia por el escozor de ojos. Lo único que se le ocurre es el polen, pero si cierra la ventana puede morirse de calor.

Al final ha terminado hablando con Kościuszko de eso y han propuesto buscar una habitación en el otro lado del edificio. Tal vez una que tenga una ventana libre de árboles. Una que da a la carretera está bien, menos por el ruido.

Se lo ha dicho a su hermana, tendrá que ayudarle a mover las cosas. Aunque le da lástima despedirse de esa habitación no soporta otra noche con alergia.

En cuanto al tema que abrumaba a la universidad, ya no se oyen comentarios sobre John. Sin embargo, cuando entra a dar las clases, de repente hay un silencio imponente. Tal vez porque se rumorea que se enfadó mucho con uno de los chicos. De hecho no lo ha vuelto a ver, pero no está expulsado. Será que no quiere visitar su clase más.

Ahora, Louis va a clases, explica lo que tenga que explicar y ya. Nadie parece querer preguntar nada y todos parecen estar extremadamente distantes con él. Bueno, mentira, no todos. Benjamin y Nathan no. Ellos le pregunta y le enseñan proyectos nuevos. Louis se alegra de verlos juntos y saber que la universidad les está ayudando en sus asuntos personales.

-¡Qué contenta estoy por ti!- Dice Charlotte abrazando a su hermano. -Por fin has terminado con esto. Hay que celebrar, ¿no?- Dice la joven y Louis ríe.

-Me parece que esta semana no. Tengo muchas clases que recuperar- afirma Louis. -Sabes, papá se lo tomó bastante mal. Creo que no debí contarle a él- dice el mayor.

-Sabes que papá es un tema delicado... Yo no me atrevería a contarle que estoy con una chica... Creo que el tema le hace sentir incómodo - afirma Charlotte y Louis suspira.

-Claro que le hace sentir incómodo...- murmura con algo de mala cara. -Pero en verdad, tengo ganas de que las cosas cambien. Siento que con John me va mejor. Estoy bastante feliz ahora mismo.

-¿Y Victor?- Pregunta Charlotte que no tiene ni un pelo de tonta. -Me ha dicho una pajarito que te has quedado en su casa todo el fin de semana.

-¿Victor? Un amigo. Su novio es muy agradable. Hemos cocinado juntos y todo- explica Louis evitando el tema de conversación. -Aunque no deja de verme como un niño pequeño y esas cosas.

-Tiene cincuenta y seis años. Podría ser tu padre, hombre.

-Eso mismo me dijo él- asegura riéndose ante la coincidencia de las palabras. -Es un buen hombre para Victor. Ambos trabajan en lo mismo y tienen una vida muy tranquila.

-¿Pero te gusta Victor?

-¿Qué? Por supuesto que no, Charlotte. Es como un hermano y solo estoy feliz de haberlo encontrado de nuevo.

-Bueno, vale, no me pegues- dice rodando los ojos. -Oye, ¿sabes algo de John?

-No, pero ya contestará. Me mandó un mensaje pero no me ha respondido.

-¿No estás preocupado?

-Bueno, necesita un descanso y estar en casa. Sé que está bien.

175 Días | Nueva edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora