128 11 1
                                    

5 de Septiembre de 2009

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


5 de Septiembre de 2009

SungHoon nunca fue específicamente el hijo perfecto, tampoco un niño prodigio, no era inteligente, no estudiaba, no le gustaba ir al jardín de niños. Su madre tampoco era la más orgullosa de el, mucho menos su padre, incluso en ese entonces podía prometer que era una completa vergüenza para su progenitores. SungHoon no era el "perfecto"...

Más bien, Park SungHoon siempre fue el pequeño cachorro qué estaba a las sombras de su hermano mayor.

Ante la imagen pública eran la familia perfecta, un sueño hecho realidad, sin embargo, detrás de toda esa fachada basura de perfección solo era un pequeño de cinco años a cual nunca le felicitaron por su cumpleaños alguien que no fuera su mejor amigo. Podía estar días, meses! con niñeras, sin embargo ni ellas se acordaban del día más especial para Hoon.

Estaba cerca de cumplir siete años, aunque nadie lo sabía, había tenía una actitud muy buena desde hace tres meses y ello fue lo que permitió que su hermano de dieciocho años le concediera permiso para ir al parque, no tenía amigos con quién jugar, Hyeongjun de había enfermado así que se encontraba solo, pero SungHoon trataba de divertirse un poco fuera de la casa solitaria que le esperaba en la noche.

Era lo común, un niño, columpiandose lentamente por si solo sin nadie que le prestará atención alguna.

Hasta que ese día llegó el.

El niño más bonito que había visto SungHoon en todos sus cortos años de vida se poso frente a el, sonriéndole mientras con su dedito delineaba la línea debajo de sus labios, un paquete de gomitas en su manita izquierda.

Jugosas y deliciosas.

Se dijo a si mismo SungHoon cuando vio las gomitas en la mano del niño, pero no fue lo que llamo su atención, fue la linda sonrisa del cachorro mientras jugaba con los demás niños, riendo, corriendo, incluso saltado de vez en cuando. Desde ese día, fue la única razón por la cual SungHoon se porto bien para ir a ese parque, mirando cada tarde desde lejos al lindo pequeño de ojos celestes y traje de taekwondo e ignorando la voz parlanchina de su mejor amigo.

-¿Quieres una?

Aquella voz, esa voz. Era hora de poner en caminó sus encantos.

Alzó la mirada, encontrándose con los bellos ojitos celestes, esos ojos por los cuales esperó semanas por ver de cerca, la linda sonrisa del regordete cachorro mientras le extendía su bolsita de gomitas, seguramente ofreciéndole. Volteo y observó a Hyeongjun comiendo una, mirandole cómo si esperara algo de él, SungHoon se levantó.

-Ño -solto, el niño quedó anonado mientras alzaba un poquito su cabezita para verlo-

El pequeño asintió, tomado con ambas manos su bolsita nuevamente para simplemente mirarse, sin decir nada en un completo silencio, SungHoon solo de mantenía parado, sus ojos casi saliéndose por la concentración que tenía en ver al seguramente menor, "Contacto visual, demuestra que tienes ojos bonitos" recordó las palabras de su hermano, presionando sus labios para mirar con más profundidad al cachorro más bajo.

Mi Atractivo y Pasivo Profesor (SungHee)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora