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La campana sonó, el Alfa iso una mueca disgustado con ese irritante sonido, ignorando el llamado de Daniel desde el auto y tapándose con la gorra que compro. Escondiendo su aroma empezó a caminar por los pasillos, mirando las armas en los muebles de cristal, otras colgadas en clavos que sin duda supo estában mucho más arriba de su presupuesto.

En silencio y sin levantar la mirada se hacerco al mostrador, apretando sus puños dentro de la sudadera para hablar al recepcionista que reconoció enseguida.

....Unos de los malditos que contrato el imbecil de Sunghoon.....

-Nesecito tres armas, Desert Eagle, .44 Mágnum y por último una USP.45 -solto, hablando un poco rápido y mirando de vez en cuando hacia el cristal, observando que Daniel perdurara en la camioneta lujosa que por un momento planeo robar- pagaré en efectivo...

El hombre enarco una ceja, retirándose unos momentos para buscar las armas. Sunwoo suspiro, conteniendo la irá que crecía en el al solo recordar a su pequeño en silla de ruedas.

...El momento que al mirar la ventana observó el rostro de esos horribles hombres...como le quitaron la vida a quienes criaria como sus cachorros y arruinaron todo el futuro al lado de su Omega....como...le hicieron tanto daño a Niki...

Tembló, observandolo la figura del hombre frente a el nuevamente, dejando en el mostrador las tres armas, con el aroma agrio y cruzado de brazos, una sonrisa adornando su rostro. Sin mirar sus ojos saco el sobre de dinero, dejándolo a un lado de las tres armas, agarrando una por una para guardarlas en su mochila, cuando estuvo por sujetar la tercera el señor lo detuvo, poniendo su mano sobre la arma y sujetandola en manos

-Hey, chico, ¿seguro que no quieres armas mejores?-pregunto el mayor, sonríendo- puedo regalar telas, sabes, siempre me agradaron los chicos con la misma resiliencia que tú, tan callados y con mucha información de las armas.

El menor no respondió, mirando otra vez a Daniel, el alfa ya mirandole, pareciendo un poco desesperado y preocupado, lo entendía, el mayor incluso le pregunto durando esos dos días juntos si es que estaba seguro de comprar un arma, lo que le resultó raro, entendiendo que Daniel le tenía un poco de miedo a las pistolas.

-Sólo por curiosidad, ¿para qué quieres que te venda el arma?-

La voz grave del mayor otra vez se escuchó, obligandolo a mirarlo detrás de la gorra, sin levantar la mirada todavía.

-Para matar a infelices-hablo por fin, escuchando la risita complacida del no tan desconocido- matare a las personas que más se lo merecen...e iniciaré con el tercer hombre que más odio.

-Wow! Gran respuesta -chillo el hombre, tomando su mano y dejando la tercer arma en su mano- Toma, ya está cargada, sostenla bien. Y dime, qué fue lo que te hizo ese cretino

-Le hizo mucho daño a mi Omega...le pagaron y trato de matarnos....Pero créeme, es un imbécil

El Alfa mayor enarco una ceja, recargando las palmas de sus Manos en el mostrador mientras le miraba con atención.

-Ah, si? ¿Por qué lo dices?-

Sunwoo sonrió, cargando el arma y levantando la mirada, quitándose la gorra con orgullo y apuntando hacia la frente del hombre que tembló en su lugar al verlo. No pudo evitar soltar una risita irónica, ladeando la cabeza un poco sin dejar de sonreír ampliamente, su dedo índice picando por soltar el gatillo

-Porque me acaba de vender un arma-rio, haciendo un pequeño puchero- no debiste meterte con mi Omega, SungJun...-mascullo, su sonrisa desapareció y sus facciones endureciendose, mirando con seriedad al hombre, sin ningún sentimiento en su mirada, la sed de venganza en su interior, ignorando el sonido de la campana del local- Y pagarás por hacerle daño a Riki....

Mi Atractivo y Pasivo Profesor (SungHee)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora