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-Las cosas van de mal en peor, Riki

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-Las cosas van de mal en peor, Riki...parece que las terapias solo empeoran las cosas.

-¿Pero Won ha alimentado a Jo no? -pregunto el menor, sentandose en el tapete de la sala, ahora área de juegos de Hanbin-

Soobin asintió.

-Hace unos días se mudó con nosotros, pero debo tener cuidado por qué Niki no lo descubra, Jo ha estado más tranquilo desde que Won lo alimenta.

-¿Niki sigue sin querer verlo?

El rubio asintió con la cabeza, sin querer contestas a la pregunta.
SungHoon se mordió el labio inferior, analizando las palabras de Soobin que estaba recargado en el umbral de la puerta. Miro a Hanbin, jugando con el carrito que era para el, el niño soltó una risa y se tira de espalda, sujetando otro carro más grande.

El mayor iso una mueca al ver el juguete.

-Eso no es justo!, Nisiquiera lo puedes cargar! -protesto, indignado y humillado por su propio hijo- pido el carro de Cars.

Estuvo por sujetar el juguete, sin embargo el cachorro frunció el ceño, aventando encima del carro para que no lo agarrara. Bien, SungHoon estaba doblemente humillado.

-Un día juegas con tus juguetes solo y al otro compras tus favoritos para que alguien más los tenga. -farfullo, Soobin soltó una risita- Eres demasiado envidioso Hanbin. Así no te estoy educando.

-Tu tampoco eres tan compartido que digamos -bromeo Soobin, sentandose en el suelo para ver al bebé, enseñándole la lengua a su padre- Se está pareciendo a ti, el en verdad te ve como su padre.

SungHoon sonrió.

-Por que lo soy, podrá ser un gordo tragón, berrinchudo, envidioso y enojon, pero es mi hijo, y así lo amo.

Soobin sonrió, mirando atentamente a SungHoon jugando con su hijo e diciendo cosas sin sentido sobre caricaturas o ropa pequeña así como su indignación por los juguetes, lo miro una y otra vez, durante minutos, casi horas, lo miro tan detenidamente buscando el rastro de maldad en su rostro que antes lo bañaba, sin embargo no lo encontró, ya no encontró a ese SungHoon tan cruel, tan toxico y enfermizo, solo era un chico, un padre joven, una figura paterna e amistosa, era solo SungHoon... Era un chico común y corriente buscando la felicidad que estaba perdiendo, corrigiendo errores del pasado y sanando heridas que perduraban abiertas por su culpa, estaba volviendo a ser ese chico que conoció el primer día en su trabajo, ese chico amable pero berrinchudo, ese joven enamoradizo buscando un poco de amor.

Sin embargo esta vez si búsqueda era sana, no estaba aferrado a ella si no que trataba de encontrar un camino unido a ella pero a la misma vez lejos. Era... simplemente la persona que pudo haber sido desde un inicio, era algo diferente a lo que fue antes.

-Te admiro -solto, SungHoon le miro, dejando de hacerles cosquillas al cachorrito- Eres admirable SungHoon, has cambiado tanto, eres el mismo chico que conocí el día que ingreso a la preparatoria, o incluso un poco diferente a el, desde que HeeSeung entro en coma te has esforzado por ser diferente, adoptaste a un bebé que abandonaron, eres un gran papá, ayudaste a Niki, apoyaste casa decisión de Won e incluso estableciste un trato de paz con Jake solo por HeeSeung, lo visitas diario, respetas a su hijo y te esforzaste en tus estudios hasta ser el tercer lugar, en verdad que eres una persona de la que se pueden esperar cosas grandes aunque parezcan pequeñas, cuando antes todos pensábamos que no podíamos esperar nada de ti.

Mi Atractivo y Pasivo Profesor (SungHee)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora