Sunghoon es un Alfa normal que estudia la preparatoria, y como cualquier otro chico estába apunto de reprobar una materia, pero ojo, estaba, hasta que llegó su Nuevo profesor, el cual era un Omega...
Heeseung solo tenía que tomar el ex trabajo de su...
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HeeSeung se quedó quieto, mirando a través del cristal a SungHoon sentado en su cama, tan debil, tan indefenso y tan pequeño a pesar de su gran estatura, deseaba hacercarse sin embargo no lo iso, se quedó en su lugar como una estatua diseñada para mirar hacia la ventana.
El chico tenía vendas en los brazos, por lo que pudo saber que había hecho SungHoon para llegar a urgencias aquella vez que tanto Jungwon deseaba olvidar, lo comprendía, si el encontrara a Soobin desangrándose en el suelo de su baño mientras su hijo lloraba a mares también querría olvidarlo no solo el que también se fuera de la mente de su hijo.
Acaricio su vientre suavemente, suspirando mientras su mano libre de dirigía a tocar levemente el cristal de la ventana, observando a SungHoon rechazar la comida que Jungwon y una mujer desconocida le acercaban comida.
-Debes comer, SungHoon. -escucho regañar a la bella mujer- Si no comes adelgazaras de nuevo y la última vez parecías un maldito fósil, hijo por favor solo un bocado.
Le hacerco la cuchara una vez más sin embargo SungHoon lo detuvo de la muñeca sin mucha fuerza, alejando el alimento enseguida.
-No tengo hambre mamá... -susurro SungHoon, acurrucandose en la camilla nuevamente- Solo quiero dormir, ¿Podrías irte?.
La voz de Won se volvió más suave, más cuidadosa al momento de hablar por primera vez, mirando a SungHoon con atención.
-No puedes durar toda tu vida odiandote por perder a HeeSeung, nisiquiera sabes si lo has perdido, no te des por vencido tan rápido y lucha por el Omega que amas, eres Park SungHoon, Alfa, pero sobre todo eres padre, piensa en Hanbin.
SungHoon bajo la mirada, sus ojos de llenaron de lágrimas instantáneas y no pudo responder, no supo que, solo de acurruco cubriendo la mirada de su rostro esperando que las sábanas callaran sus sollozos bajos y leves. Park estaba destruido, destrozado e abandonado, parecía que buscaba cualquier método para terminar con su vida en esos momentos rápidos sin embargo HeeSeung no quería admitir que SungHoon estaba así por el, que parecía no importarle nada si HeeSeung le odiaba.
Pero....
HeeSeung se había dado cuenta que no lo odiaba.
Todas esas semanas se dio cuenta de solo una cosa, de que el brillo que adornaban sus ojos cada vez que miraba a SungHoon era único, que el que su corazón parecía explotar al verlo significaba solo una cosa, un solo sentimiento y que la sensación de que todo estaba bien solo existía cuando SungHoon estaba cerca, que los besos solo eran dulces con sus labios, era como un cuento de hadas sutil y extraño, el amaba a SungHoon tanto que pudo incluso perdonarle todo en silencio durante esos días, le amaba tanto que no se había dado cuenta antes y se arrepentía de eso, lo amaba tanto que estaba dispuesto a sufrir el mismo dolor siempre y cuando los brazos de SungHoon estuvieran abiertos para el dispuestos a darle un abrazo lleno de amor.
