32³

91 4 0
                                    

La mañana siguiente, cuando SungHoon removió su cuerpo suavemente para despertarlo mientras susurraba unas cosas, HeeSeung se encogio en su lugar y arqueo los hombros en señal de incredulidad nata, muy ajeno a las necesidades posibles de ese día t...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La mañana siguiente, cuando SungHoon removió su cuerpo suavemente para despertarlo mientras susurraba unas cosas, HeeSeung se encogio en su lugar y arqueo los hombros en señal de incredulidad nata, muy ajeno a las necesidades posibles de ese día tan asfixiante para el. Sus actos parecieron dejar en claro su negación ante los sucesos y SungHoon simplemente se sentó en la cama, observando el cuerpo pequeño de HeeSeung disminuir en tamaño poco a poco, sintiendose ambos cohibidos por la nublada mañana.

Tan solo a metros de la cama, cuando el silencio ya era dueño del tiempo de escuchó el profundo y doloroso llanto de Yujin, el bebé había despertado y ambos lo único que hicieron unos segundos fue congelarse y abandonar la mirada en el punto que divisaron al despertar, el llanto de su hijo era fuerte, como si de tratara de un llamado hacia su madre pidiendo comida o un simple abrazo, que lo sostuviera en brazos sin llorar al recordar el esencial suceso que pasó horas antes de su nacimiento.

Sin embargo, fue hasta que Yujin empezó a gimotear que HeeSeung se decidió por salir de las sábanas, levantándose de la cama para ir hacia Yujin sin ninguna señal de ánimos, bien estaba claro que Seung amaba a su hijo y que su figura materna era muy importante para el, ser alguien cálido para sus hijos siempre fue algo esencial para el Omega y saber que esas feromas llenas de amor ahora se bañaban por pena y culpa se sentía terrible. Sobre todo cuando al cargar a Yujin el bebé sollozo con más fuerza al percibir las feromas agrias de su madre, removiendose agresivamente.

-Shh... -calmo HeeSeung, mientras meneaba a su hijo entre sus brazos- no pasa nada mi amor, no pasa nada, mamá está aquí...

SungHoon, que solo miraba la escena con dolor, se levantó y con movimiento suave tocó el hombro de su Omega, siempre tuvo la emoción de poder ver ese lado materno de HeeSeung, asimilar que la alegría de Lee al enterarse de su embarazo solo aumentaba al tener a su hijo por fin, poder abrazarlo y darle ambos ese calor familiar que tanto anhelaron por mucho tiempo, incluso aveces sin conocerse demasiado.

Entendía que en su tiempo ausente HeeSeung fue una gran madre, que cuido a su hijo en sus primeros días y me dio pecho con una gran sonrisa, feliz por haber estado por primera vez en los primeros días de vida de su hijo, fruto del amor que sentía por un hombre especial.

Pero, ese día, especial y únicamente ese día, SungHoon busco la mirada de HeeSeung y negó suavemente con la cabeza.

-Yo lo sostendré.

HeeSeung negó está vez, presionando sin mucha fuerza el cuerpo de su cachorro contra su pecho.

-Yujin es muy inquieto, yo lo tendré el día de hoy, -trato de justificar, trato de sonreír sin embargo lo único que logro fue una mueca- no quiero que te haga enojar o algo parecido.

El más alto le dedico una verdadera sonrisa, suave y cálida, tan malditamente juvenil y estable que HeeSeung se sintió un completo estupido al haber sido incapaz de hacer lo mismo.

Mi Atractivo y Pasivo Profesor (SungHee)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora