Capítulo 50

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Después de cenar con mi compañero de trabajo nos fuimos a un bar a tomar algo.

Más tarde se ofreció llevarme a casa esta vez con su coche que lo tenía aparcado cerca del lugar del trabajo.

Como antes solo queríamos andar para ir a cenar lo cogimos.

Aparca él coche quedándonos en silencio hasta que decido hablar despidiéndome de él.

-Gracias por traerme a casa la cena estuvo muy bien - le sonrió abriendo la puerta.

Gira su rostro observándome mostrándome una sonrisa.

-Ha sido un placer Antonella me lo he pasado muy bien - le vuelvo a mostrar una sonrisa amable.

Se acerca despacio dejando un beso de despedida en mi mejilla, me quedo congelada observando sus ojos formándose un silencio dentro del coche.

Sus ojos me escanean con detenimiento viendo como posa su mano en mi mejilla dándome una leve acaricia con su dedo gordo.

Acerca un poco más su rostro al mío rozando sus labios con los míos hasta que termina la distancia besándome.

Su beso es tierno, suave sin prisa...

Me quedo quieta hasta que le sigo a los segundos terminando por arrepentirme al poco tiempo cuando me echo hacía atrás rompiendo él beso.

-Buenas noches - le digo confusa y tímida.

Salgo escopetada del coche caminando rápido hacía la puerta sacando las llaves a la velocidad de la luz metiéndome dentro cerrando de un portazo la puerta apoyando mi espalda en ella.

Llevo mi mano a mi frente cerrando mis ojos soltando un largo suspiro.

Dios mío...

Lo peor de todo no es que me haya besado si no que en esos pocos segundos en mi mente había aparecido Ashton...

De nuevo mi mente quería jugar conmigo ya que lo sentía como si fuera Ashton quien me besara, aunque con este beso no sentí nada.

¡Dios mío Antonella sácalo de tu cabeza ya!

-Antonella...

-¡AAAHHH! - suelto un grito sobresaltándome llevando mi mano a mi pecho por tal susto viendo a mi padre sentado en el sofá pequeño. - Papa... - le observo aun con mi mano en mi pecho. - Dios mío por casi haces que se me salga él corazón por la boca... - me observa.

-Lo siento hija no era mi intención - se disculpa.

-¿Cómo demonios? - me callo cuando veo como saca unas llaves mostrándomela.

-Estaba preocupado - se levanta colocándose su saco como si este estuviera arrugado. - No llegabas a casa - dios mío...

-Ya estoy aquí así que ya puedes quedarte tranquilo - dejo mi bolso en él otro sofá quitándome mi chaqueta.

-No has aceptado mi paga - intento no poner mis ojos en blanco.

-Papa ya te dije que no la quiero mi trabajo es lo suficiente para poder pagar las facturas y demás - camino hacia la cocina abriendo la nevera sirviéndome zumo.

-¿Te has visto Antonella? - me dice con ese tono de regaño que solían usar los padres. - Tienes unas ojeras que dejan en claro que llevas tiempo sin descansar - suelto un suspiro dejando la jarra en la mesa dándome la vuelta.

-Llevo mucho tiempo sin poder descansar bien, prácticamente desde que mataron a mi madre a mis tíos y a mi primo - agacha un poco su cabeza.

-Por favor Antonella acéptalo - niego con mi cabeza cogiendo él vaso bebiendo.

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