Capítulo 1

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Estaba siendo un día tranquilo como otro cualquiera, había terminado mi turno de trabajo en él pequeño bar de comida rápida, no es que la paga fuera la mejor, pero me ayudaba para mis estudios ya que aún vivía con mis padres y mi tía con mis primos al lado porque era una casa partida en dos.

Sonaba bastante extraño, pero así era, existía casa así que es como si fuera casas compartidas.

-Antonella que no se te olvide que mañana tienes él turno de tarde - noche - me dice él encargado cuando me quito él delantal colgándolo.

-Está bien, nos vemos mañana - le contesto cogiendo mi cartera para salir del bar.

Mi móvil suena dentro de mi bolsillo de mi chaqueta desgastada, lo saco viendo que era un mensaje del grupo familia.

Sonrió cuando veo la foto en la que salía la cena en la mesa.

Solo quedas tú Antonella te estamos esperando

Él mensaje lo había mandado mi primo mayor Cristian.

Estaba bastante unida a mi familia, ellos siempre habían estado en las buenas y en las malas, supongo que era una chica con suerte por tener una familia así.

Estoy de camino a casa no empiecen sin mí os quiero

Los mando unos emoticonos de besos guardando mi móvil mientras camino por la calle de camino a casa como todos los días.

Prefería ir andando antes que coger un taxi o bus ya que ese dinero lo ahorro, estaba en la universidad y la verdad no era nada fácil conseguir una beca.

Así que mientras tanto tenía que pagarlo con mis ahorros después de haberme tirado dos veranos seguidos trabajando sin parar dejando atrás las fiestas de adolescentes solo por pensar en un futuro mejor para mí.

Sigo caminando por unos minutos hasta que me tengo que detener al ver un hombre tirado en él suelo en mi camino, solo me quedaban cuatro minutos para llegar a casa.

-¿Señor? ¿Está bien? - le pregunto acercándome a él agachándome un poco viendo que tenía una manta encima.

No obtengo respuesta de su parte, estiro mi pie tocándolo viendo que no se mueve.

-¿Señor? Si se encuentra mal puedo llamar a una ambulancia - le vuelvo a decir viendo que tenía una botella de alcohol en sus manos.

Este tío estaba demasiado borracho para seguir caminando por ahí.

Cuando estoy dispuesta a sacar él móvil para llamar a una ambulancia pego un gran susto acompañado con un gran grito cuando se mueve de golpe alzándose asustándome.

Se levanta tambaleándose dando pasos torpes levantando su cabeza mirándome para después soltar una ronca risa que me pone mi bello de punta.

No suelta ni para atrás la botella bebiendo un buen trago mirándome de nuevo.

-Buenas noches señorita - con eso me da la espalda siguiendo su camino dirección a mi casa.

Le miro extrañada viendo cómo se va alejándose sin entender lo que acababa de pasar.

Comienzo a caminar de nuevo no sin antes mirar a mi alrededor por si alguien había visto lo mismo que yo, pero las pocas personas que andaban por la calle iban a lo suyo.

Después de unos cuantos minutos algo largos llego a casa, sonrió cuando veo la casa llevando mi mano a la pequeña verja entrando dentro del jardín.

Me detengo a medio camino del jardín borrándose mi sonrisa al instante cuando veo que la puerta estaba algo abierta viendo una marca de sangre.

-¿Mama? - la llamo temerosa tocando la puerta empujándola escuchándose él chirrido cuando se va abriendo.

Peligrosa Atracción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora