Capítulo 63

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El despertador de mi telefono no deja de sonar, me remuevo soltando un quejido para un segundo después alzarme rápido viendo la hora.

¡Dios llego tarde!

Aparto rápido las sábanas corriendo desnuda al baño metiéndome en la ducha mientras Pablo seguía durmiendo o eso pensé yo cuando salí de ducha viendo que estaba removiéndose en la cama.

-Lo siento mi amor no quise despertarte - corro plantando mi rodilla en él colchón dándole un rápido beso para luego ir al armario sacando uno de los vestidos y ropa interior.

Con eso comienzo a vestirme a la velocidad de la luz plantándome delante del espejo de cuerpo entero subiéndome la cremallera hasta que doy a más y tengo que pedir ayuda a Pablo.

-Tenemos que repetir lo de ayer bebe - Pablo se pega a mi cuerpo solo con sus boxers puestos dejando un beso en mi hombro.

-Si claro, como no, me encantaría - poso mi mano en su mandíbula atrayéndole a mi dejando un beso rápido. - Lo siento, pero tengo que irme voy a llegar tarde al trabajo - me agacho cogiendo mis tacones y la bolsa con los documentos saliendo escopetada de la habitación.

-¡Antonella! - me dice Pablo. - ¿Pero te vas a ir sin desayunar nada? - me dice cuando bajo con rapidez las escaleras.

-Desayunare algo por él camino - alzo mi voz parándome un momento apoyándome en las escaleras poniéndome mis tacones para luego coger mi chaqueta colgada y las llaves saliendo de la casa cerrando de un portazo la puerta por las prisas cuando corro hacía mi coche.

Abro la puerta cerrándola de un portazo bajando el espejo sacando un pequeño peine comenzando a cepillarme mejor él pelo.

Arranco cuando meto las llaves dentro saliendo rápido alejándome de la casa.

Doy gracias a dios que no había mucho tráfico, un rato después termino llegando al penal bajando rápido mirándome al retrovisor exterior colocándome mi vestido observándome mi pelo y mi maquillaje que me di rápido en casa.

Me dio tiempo asearme de milagro, ayer me acosté tarde después de hacerlo con Pablo.

La verdad que ayer fue diferente, lo malo que termine liberándome pensando en Ashton varias veces.

Lo hicimos de nuevo en la cama y quise probar con él nuevas posturas que no hice con Pablo, pero igualmente yo sentía que faltaba algo en mí.

Camino rápido con mi café en mano que había comprado rápido antes de llegar al penal.

Los guardias rápido me abren las puertas dejándome pasar teniendo mi identificación puesta que al verla me dejan paso sin necesidad de tener que pararme como ayer.

-Buenos días - los saludo poniéndome de lado pasando cuando un guardia estaba en la última puerta.

Camino hacía mi consulta sacando la llave abriendo la puerta entrando y entonces puedo respirar con calma.

No podía fallar en mi segundo día.

Me siento en mi asiento sacando las carpetas eligiendo al primer preso de la mañana.

Salgo diciéndole al funcionario nombre y apellidos, hace su trabajo no tardando en traerlo.

Con el tiempo los diría que los quitaran las esposas, los que tuvieran más confianza por supuesto lo más agresivos tendrían que necesitar más tiempo, no puedo fiarme.

Él tiempo pasaba la mañana fue bastante ajetreada ya que atendí a más de quince presos apuntando sus miedos, sus inseguridades, lo que deseaban hacer al salir de la cárcel, todo lo dejaba apuntado para tenerlo y conocerlos más.

Peligrosa Atracción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora