Peligrosa Atracción

Capítulo 75

Suelto las palabras de golpe viendo cómo se me queda mirando, nunca pensé que diría estas palabras porque tonta de mi pensaba que lo de Pablo iba a ser para siempre.

-¿Me estas echando? - alza su ceja mirándome sin creerlo.

Muevo mis labios haciendo un gesto como en plan... esta más que claro.

-Diciéndolo así suena demasiado feo - le digo sincera. - Pablo tú y yo cortamos ayer - le miro triste. - Yo no puedo estar contigo mientras pienso en otra persona, eso está mal - intento explicarle.

-¿Por qué no pensaste eso antes? - me pregunta molesto. - Antes de que yo aceptara entrar a trabajar al penal por estar a tu lado - me dice con veneno.

Suelto otra respiración.

-Créeme que yo no pensaba que las cosas terminarían así - mis ojos se humedecen, muerdo mi labio inferior fuerte bajando mi mirada a mi vaso. - No pensé que volvería a encontrarme con esa persona de nuevo, si lo hubiera sabido no hubiera ido tan lejos y tú no te mereces pasarlo mal y que te... - me corta.

-Me engañes - suelta después una risa irónica. - Y yo como un estúpido pensando que tú eras una buena mujer - vuelve a reírse negando con su cabeza. - Sin duda todas sois iguales, unas perras que solo piensan en sí mismas sin importar que arrasen con los sentimientos de los demás - sus palabras eran de puro dolor, estaba dolido.

-No me hables así Pablo, estoy intentando ser sincera contigo y que esto no vaya a peor, pero me lo estas poniendo muy difícil sobre todo mantener la compostura intentando ser comprensiva contigo porque estas dolido - le dejo en claro poniéndome seria.

-¿Qué yo te lo estoy poniendo difícil? - se señala así mismo. - Me has roto él corazón Antonella - me mira con odio. - En menos de cinco minutos me lo rompiste tirando cinco años de relación a la basura, ¿para ti no significaron nada estos cinco años? ¿Eh? Por lo menos para que lucharas por lo nuestro, pero no lo has hecho has decidido mirar por ti - niego con mi cabeza porque eso no era verdad. - Tú sabes lo que me costó empezar una relación volver a recuperar esa confianza para que en unos minutos todos eso fuera de nuevo arrebatado - me dolía verle así, porque sabía que iba a tener que volver a sanar y no era nada fácil, lo sabía por experiencia. - Así que sí, es normal que piense que eres una perra que solo piensa en sí mismo - suelta un quejido de dolor por su resaca. - Esos te quiero que me repetías estos días atrás más que en estos cinco años fueron mentira - llevo mis dos manos a mi rostro cuando le escucho.

-Estaba confundida... - le digo sincera.

-¿Quién es? - me pregunta, niego con mi cabeza.

-¡QUIEN ES! - me sobresalto cuando ruje de la ira pegando un fuerte golpe a la mesa.

-¡No te lo pienso decir estas dolido y no quiero que cometas una locura! - las lágrimas comienzan a deslizarse por mis mejillas cuando levanto mi cabeza mirándole viendo como la vena de su cuello estaba hinchada.

Asiente con su cabeza llevándose su mano a su rostro pasándola por su barba.

-¿Te le has follado? ¿Um? - me mira con odio de nuevo. - Porque eso ya sería el colmo - me enfrenta de nuevo. - Y cuando... - levanta más su cabeza mirándome fijamente. - ¿Cuándo yo aún no había entrado a trabajar? - me pregunta. - Mientras que yo creía que estabas trabajando tu estas follando con él - sus palabras eran como lava, lava que quemaba. - ¡DIME ANTONELLA! - vuelvo a saltar en mi asiento cuando vuelve a gritar.

Rompo más a llorar soltando un fuerte sollozo contestando a sus dudas viendo como pega una patada a la silla que tenía a su lado.

-Eres una puta zorra... - Es lo último que pudiste hacer para destrozarme... no tardaste nada en abrirte de piernas con un delincuente que no te puede ofrecer una vida normal, solo problemas, violencia lo que tanto habías luchado para alejarte de esa mierda y tú vas y te saltas todas las normas echando cinco años a la puta basura con un preso violento que podría abusarte sin importarle las consecuencias - niega con mi cabeza porque eso no era verdad, Ashton no haría eso.