Apenas pude dormir esa noche, después de lo que había pasado con Pablo y que le contara como me sentía él no volvió.
No pude decirle todo en realidad, tampoco es que me salieran las palabras y como me hubiera gustado decirlo para no hacerle daño.
Pero de alguna manera u otra le haría daño.
Después de hablar con Ashton me quedé un poquito tranquila, aunque no paraba de dar vueltas a la cama una y otra vez observando mi lado vacío después de haberme acostumbrado a dormir con una persona en la que yo por un momento pensé que estaba enamorada.
Todo este tiempo me había estado engañando, Pablo solo había sido como un compañero de vida que me cuidaba me amaba, pero no como me hubiera gustado a mí, era difícil de explicar.
Me sobresalto de la cama cuando escucho la puerta principal de la casa abrirse en milésimas de segundos y cerrarse bruscamente.
Al instante pensé que se trataba de Pablo, pero yo pensé que se pudo ir a la casa de su padre, pero al parecer me equivoqué.
Aparto las sábanas de golpe saliendo de la cama caminando descalza fuera de la habitación escuchando pasos torpes y algo caerse al suelo rompiéndose.
Cuando llego a las escaleras veo a Pablo agarrado al mago de las escaleras con su cabeza agachada tambaleándose como si viera las escaleras triples.
¿Está borracho?
Observo detrás de él en la entrada de la casa el jarrón que me compro en nuestro quinto mes de relación roto en mil pedazos en él suelo.
-¿Pablo? - le llamo viendo como despacio sube su cabeza levantando una de sus piernas plantándola en él escalón haciendo fuerza para subir como si le costara un mundo.
-Sigues aquí... - frunzo mi ceño cuando le escucho sin saber a qué se refiere.
Sube las escaleras torpemente, bajo un escalón observándole estando pendiente por si tenía que atraparlo y que no se cayera de espaldas por ellas.
-¿Estás borracho? - le pregunto, aunque sepa la respuesta, pero me sorprende porque él nunca era de beber.
-Solo bebi dos copas mujer - aparta su brazo de malas maneras antes de que le pueda tocar.
Y por eso pierde el equilibrio sobre sí mismo cayendo en él pasillo.
-Pablo... - le observo preocupada cuando veo como cae al suelo.
Me pongo a su altura haciendo fuerza intentando levantarle del suelo, pero tenía él cuerpo en modo muerto costándome más.
-Déjame Aino... ha - arrastra las palabras intentando apartarse de mí. - Dej....me vet...e con é... l - pongo mis ojos en blanco no haciéndole caso alzándolo llevándole hacía nuestra habitación como puedo costándome un mundo entero.
Suelto una respiración grande acompañada de un suspiro cuando consigo abrir la puerta y le dejo caer en la cama estando sudando en menos de cinco minutos.
Cojo sus pies levantándolos teniendo que hacer de nuevo mucha fuerza metiéndole más dentro de la cama.
Pero entonces me doy cuenta de que estaba más bebido de lo que yo pensaba cuando comienza a decir cosas sin sentido que apenas entiendo solo algunas cosas.
-Mi cor...az...on est...a ro...t...o por t...u cul...pa - le miro triste sintiéndome culpable porque estuviera así.
Porque había bebido por mi culpa.
-Lo siento Pablo yo nunca te quise hacer daño... - acaricio su pelo. - Te lo digo de corazón te portaste siempre bien conmigo y no te mereces esto... - veo como intenta levantar su cabeza.
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Peligrosa Atracción
AksiUna chica que termina perdiendo a toda su familia en un brutal asesinato