Peligrosa Atracción

Capítulo 59

Mi primer día de trabajo en él que nunca me imaginé que me encontraría de lleno con mi pasado de nuevo.

Nunca me imaginé que me encontraría con la persona que revoluciono y dio un gran giro a mi vida hace cinco años atrás.

Ashton...

Justamente había ido a parar en la cárcel en la que él estaba cumpliendo condena.

Estaba cambiado y no en él mejor sentido si no apagado, solo había que verle en persona, sus ojos estaban apagados además de las ojeras que tenía debajo de sus ojos.

Por esa razón no le reconocí tan fácilmente como lo hubiera hecho años atrás, sus ojos se me hacían conocidos claro que sí, esos ojos que nunca pude olvidar en mi vida y que ahora volvieron a aparecer invadiendo mi cabeza de nuevo.

Cuando la puerta se cierra y dejo de verle mi mundo se me viene encima, camino rápido hacia mi mesa sentándome en la silla llevando mis manos a mi rostro comenzando a llorar.

Mi cabeza quería pensar que esto no estaba pasando en realidad, que todo esto era un sueño y me despertaría en mi cama teniendo a mi lado a Pablo nos levantaríamos a desayunar y yo volvería a estar nerviosa con prisas para empezar mi primer día de trabajo, pero en otra cárcel en la que no estuviera Ashton.

Pero esto estaba pasando de verdad, Ashton había aparecido de golpe y de nuevo todo resurgió en mi...

Abro mi bolsa sacando un paquete de pañuelo y el pequeño cristal mirándome en él intentando no estropear mi maquillaje, pero las lágrimas no se detenían.

Tiro con fuerza el pequeño espejito contra la pared soltando un pequeño grito de dolor y rabia.

Me había costado mucho curar mis heridas del pasado, conocerme más a mí misma y quererme aún más además de tener que superar la traumante muerte de mi familia tras haber estado investigando por años a las espaldas de mi padre arriesgándome a que él descubriera que seguía investigando.

Ese miedo de que alguien te pudiera hacer daño por meter las manos donde no te llamaban, de que te pillaran era horrible.

Y a mí me tocó vivir con él...

Intento calmarme soltando varias respiraciones por mi boca despacio, tenía que calmar mis emociones, no podía dejar que esto me volviera afectar como en su día.

Minutos después estoy más tranquila pero no puedo dejar de pensar en Ashton...

No me quiero ni imaginar lo que tuvo que pasar estos años, este sitio era horrible, hablaban de ellos como si fueran animales así que me podía imaginar como los trataban sobre todo por las heridas que estaban casi curadas en él rostro de Ashton.

No me quedaba de otra que afrontar esto como fuera ya que estaba claro que a partir de ahora iba a ver más a Ashton ya que por más extraño que sonara era su psicóloga.

Y mi trabajo era ayudar a todos mis pacientes.

Así que también a él...

Decidí por seguir con las consultas mirando más expedientes y haciendo que vinieran para ir conociéndolos.

No voy a mentir algunos intimidaban mucho, pero otros en él fondo eran buenos porque habían cometido cosas mínimas como robos por no tener nada que llevarse a la boca o por defender a su familia de un agresor.

Eran casos reales y con finales muy tristes...

Él tiempo paso y llego la hora en la que yo tenía que irme.

Sali de mi consulta donde los funcionarios me acompañaron en todo momento hasta llegar afuera.

Saque el mando del coche para después subirme a él arrancando alejándome de la cárcel.